CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Nos acercamos al inicio del año que dentro de la terminología de lo común se denomina 2015. En código maya podemos encontrar la resonancia del 20, que es el SOL y también la sociedad de la ESTRELLA (onda 20), y el 15, que es el ÁGUILA y también la NOCHE (onda 15).

Pero antes de las ondas lo que aparecen son los sellos, de modo que 20-15 habla del sol y del águila.
Claro, los dos pertenecen a la familia del sol, es decir a la familia de la luz, de modo que nos acercamos gozosamente hacia un tiempo de luz y de iluminación; es un tiempo RA y un tiempo de visión. Es importante saberlo. Gracias luz.
20-14, la iluminación del mago y 20-15, el ver iluminado.

La traducción al mundo de las ondas pasa de la familia de la luz, sol-águila, a la familia del día verde, estrella-noche. Hace un juego donde expone cómo la iluminación es la de la noche, es decir nos habla de algo que hace la luna (luz en la noche), que inicia el castillo verde, y de las estrellas que completan el castillo verde, porque para ser estrella hay que atreverse a ser luna, es decir luz en la noche cercana.
Si iluminas tu ver y lavas tu visión te encuentras en la sociedad de la estrella y en el castillo verde. Tu luz adentra a todas las personas, aun estando en la noche, en la sociedad celeste.
Por eso es importante fijar y desvelar los contenidos, ya que estamos entrando en algo muy azul, o sea muy presente, y muy lleno de vivencias iluminadoras, donde no puedes cerrar los ojos como si tuvieras miedo.
El juicio es cerrar los ojos, porque es una consideración no amorosa del otro, sino desde la víctima.

Hoy las noticias no pueden ser más sobrecogedoras, porque la ostentación de la brutalidad hoy sucede, como queriendo que saques el juzgador. Pero la única realidad es la que te circunda, y si tú allí eres luz y amor, esa es la realidad y además eso es lo importante.
Hay un sacramento posible en lo que haces, como nos enseñan los maestros huicholes. También es posible conservar lo sagrado sin contaminar, es decir, la paz, el amor y lo que une, aun en lo imposible, como nos enseñan los maestros uros y el pueblo de SA-RA.
Sí, es posible la luz en la oscuridad.

Este año maya en que estamos es luna 9 y está perfectamente enlazado con el año común. Quizá alguna vez hayas pensado que no, pero el año luna 9 tiene como día sin tiempo la estrella 8, que es la Seshat, la chacana, el Tzolkin, el pacua, la cruz de Jerusalén, la plaza de San Pedro y muchas otras. Todos son estrellas 8.

Este día enlaza, a través de la vibración del 4, del “cómo” -que también en la figura del 4 del dragón 4 anuncia la resonancia- con la estrella 12.
La estrella 8 inicia desde el día verde el año en el código Tzolkin, y la estrella 12 inicia el año común 20-15. Es decir, dentro del periodo que abre la estrella 8, toma un nuevo relieve y aparece un nuevo escenario como continuación ya plenamente en lo común, como estrella 12.
De modo que la luna 9, que se dirigía hacia la transcendencia, ahora en este enlazamiento intercultural encuentra transcendencia, porque lo que aparece es la luna 13 de la onda de la tierra, que es la forma transcendente del voluntario.

La iluminación del ver supone la emergencia del voluntario en un nivel transcendente, cuya sociedad de la estrella es para todos sin excepción.
Por eso, veamos lo que veamos no podemos activar el juicio, sino el ensueño, que, como expresión azul de la familia, es la realización plena, presente y vivencial de la estrella.