CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

polo
La palabra descubrimiento parece que despierta un cierto revuelo y lo primero que es curioso observar es que la persona a quien se le atribuye el descubrimiento, no se lo atribuye a sí mismo. Eso ya en sí es curioso. El descubridor sabía que no estaba descubriendo nada, ya que quizá lo conocía y para él no era un descubrimiento.

Una de las acepciones de descubrir es quitar el velo o desvelar. Entonces, el asunto ya toma otra dimensión, porque quitar un velo es eliminar un obstáculo que engaña.
Descubrir sería como des-ocultar o hacer aparecer, y en esto hay algo recíproco porque al quitar el obstáculo los de un lado encuentran algo y los del otro también.

Ese des-ocultar, descubrir o hacer aparecer, crea un enlazamiento, unión o conexión. Podemos preguntarnos si era importante que sucediera esa conexión. La respuesta es clara: era inevitable, porque esa conexión existía.
Por eso la palabra “descubrir” como encontrar por primera vez puede ser inadecuada y no traducir la realidad. “Descubrir por primera vez” es inadecuado.

De hecho, para el viejo mundo ese territorio que llamamos el nuevo mundo era conocido. La conexión que se establece por el estrecho de Bering era conocida por las naciones que vivían en esa zona. Lo que no tenían tan claro es que se tratase de dos continentes diferentes.
Las naciones que vivían y viven en ese territorio no tenían esa conciencia.

Desde el atlántico también eran conocidas aquellas tierras. Groenlandia, aunque pertenece al continente europeo, realmente está en América. Lo que no tenían claro desde esa posición eran las dimensiones de aquello que comenzaba en Groenlandia, de la misma manera que no tenían claro desde el estrecho de Bering de las dimensiones de ese territorio, que simplemente parecía una continuación del hielo, donde era necesaria una gran adaptación.
A las naciones que nacían y vivían bajo esa adaptación, aquello les parecía normal. En realidad, por el polo norte está todo más cerca, y en muchos casos forma hábitat común.

Sin embargo el viaje del descubrimiento no pertenece a ese territorio ni a un hábitat común. La singularidad de ese momento enlazador y de des-ocultamiento no procede de la exploración de un territorio común.
El viaje a las tierras del norte de américa era conocido por los egipcios, fenicios y griegos, así como por muchos pueblos navegantes que iban recorriendo las costas -mientras había costa seguían avanzando-, como lo demuestra el hecho de que haya restos egipcios, griegos y romanos en Groenlandia, y también características raciales europeas entre las naciones de los nativos americanos.

Las tradiciones del África subsahariana también hablan de viajes a América.
Así, los pueblos mediterráneos y nórdicos conocían ese viaje, así como los pueblos subsaharianos.
Por el índico existía una conexión a través del estrecho de Bering y también parece que había una corriente migratoria incluso anterior que provenía de todo el conjunto de islas entorno a Australia, Nueva Guinea y Nueva Zelanda, incluyendo la Antártida, que hubo un tiempo donde no tenía hielo y fue transitada. Parece ser que la población más antigua de América proviene de la Polinesia.

Por lo tanto, considerar el descubrimiento como “encontrar por primera vez” es inadecuado.
El hecho de que entre muchos millones de personas haya algunos cientos o miles que conozcan algo, es insuficiente para considerar que algo es conocido, porque no hay masa crítica suficiente.
Lo que llamamos “descubrimiento” es la iluminación que supone desde el punto de la masa crítica. Es el descubrimiento para todo el mundo, para los que están a un lado y los que están a otro, pero ya de forma generalizada.

Ese descubrimiento es un encuentro. Las características del encuentro ya es otra cuestión, que depende de la forma de reaccionar individual o culturalmente. En un tiempo en que los pueblos se relacionaban fácil, normal y habitualmente desde la guerra, el conflicto era una continuidad de aquel asunto, pero paso inevitable para lo siguiente, que es la superación de los conflictos, el respeto al otro y la paz, pero la paz de todos.