CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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(20/11/2014)
Lo que hace falta es saber que “todo va a ir bien”, pero en plan azul Tzolkin, es decir, no como un deseo, ya que significa que estás en lo precario y no tienes lo que deseas; tampoco como un conocimiento mental, como diciendo “si digo esta frase, me protejo”, porque eso significa también que estás en precario, que tienes miedo.

En sí estas dos actitudes también son útiles, por lo menos en el pasado. Ha habido un momento en el que la ilusión y el deseo podía ser útil para alinearte con lo óptimo. También ha habido un tiempo realmente muy cercano, del que casi estamos saliendo, en el que las afirmaciones positivas ayudaban a configurar una realidad, incluso desde lo mental.

Pero el azul Tzolkin está hablando de un presente donde te instalas y entras como voluntario. Es un presente adverso y por eso es necesario un voluntario, conectado conscientemente con el corazón del cielo, con el corazón amoroso de la vida, donde su actuar y su vivencia del presente contenga elementos del osar, pero del osar como experimentación, consciente.
Ya no se actúa ni desde el deseo, porque no quieres ni deseas que suceda tal o cual cosa, sino que solamente eres voluntario para vivir aquello, sabiendo que todo va a ir bien.

No necesitas hacer nada, ni repetir ninguna frase, ni visualizar. Solamente necesitas estar en el suceso, en el acontecimiento, con plena conciencia; quizá investigando, diciendo “mira lo que está pasando, tan raro”, “yo nunca hubiera transitado por aquí, pero aunque esto me desagrada, todo va a ir bien”, “aunque esto no es lo que deseo, todo va a ir bien”, “aunque no hay lógica en estos acontecimientos, pero todo va a ir bien”.
Todas las personas, por bien que hayan ido las cosas, por buenas experiencias que hayamos tenido, estamos yendo hacia el encuentro de lo maravilloso. Por mal que parezca que te van las cosas en este momento, incluso si los diagnósticos parecen inamovibles, estamos cerca de la maravilla.

Sea como sea tu realidad interior, no tiene más espectador que tú. Pero si atraviesas desde dentro del conflicto, ampliando la realidad, transformas el conflicto en cielo. Y si lo has hecho una vez, sabes que siempre va a ser igual.
Por eso no necesitas desear ni afirmar, solamente estar conscientemente allí, porque sabes vivencialmente que todo va a ir bien, y entonces eres un benefactor. Y cuando eres un benefactor, estás en la estrella.