CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

La visión amplia asociativa te dimensiona. Es un mecanismo existente de fábrica que puedes actualizar. De hecho, es importante que lo actualices, incluso va adquiriendo una característica de urgencia para activar la actualización de la recepción de los mensajes.

Ampliar la visión, aceptando todos los componentes, te dimensiona. Es extremadamente útil y se utiliza como una herramienta frente a la depresión o la obsesión, donde te centras solamente en ese contenido. Pero si amplias la visión, ese contenido pierde fuerza.
Si es un contenido que te produce dolor, al ampliarlo pierde fuerza e incluso permite la descarga de un contenido gratificante. Empieza a decirte quién eres, que no eres una víctima ni un ser incapaz, sin poder y sin fuerza, sino que estás haciendo algo y lo estás haciendo con potencia, algo que te viene de ampliar la conciencia.

Para entrar en una visión amplia es importante considerar todas las circunstancias. Quizá un día has perdido algo y lo has estado buscando, y de repente quizá lo encuentras, incluso en un sitio donde ya habías buscando. Es importante asociar cuál es tu estado de ánimo cuando lo encuentras y qué valores mentales estás manejando, ya que frecuentemente ocurre simultáneamente a un diálogo interior: estás pensando o cavilando sobre algo, a lo mejor distraídamente, y entonces sucede que algo aparece.
Si experimentalmente unes los dos contenidos, encontrando algo de aquello que estás pensando, te das cuenta de que tiene mayor importancia y que contiene elementos que empiezan a expandirse y florecer.

Por eso hacemos claramente esta invitación, siendo urgente que todas las personas comprometidas en el plano espiritual se adentren con la asociación de contenidos de lo que viven. Eso forma parte de las vivencias experienciales, porque en esos contenidos hay una fuerza que necesitas para algo que estás desarrollando.

Tezcatlipoca desciende por la tela de araña y parece que es el malo, al contar la narración que desciende para luchar con Quetzalcóatl. Quetzalcóatl aparece como el bueno y Tezcatlipoca como el malo.
Eso es confusión, pero la consideración desde la visión amplia necesita evitar juicios, que solo llevan a la confusión.
Cuando Tezcatlipoca es esa expresión de la divinidad, desciende desde dimensiones superiores, de forma similar a lo que hace el agua, que también es la emoción. Tezcatlipoca desciende con su espejo y una de las imágenes que aparece es el agua. También el ser humano desciende porque proviene y es energía Dios, como hijo, a imagen y semejanza, pero se encuentra descendido en la materia, que en su inmovilidad o forma de ser inerte expresa el “no puedo” -no puedo abrazarte, no puedo reír, etc.- y de alguna manera lo contrario de dimensiones superiores.
Sin embargo, igual que el agua desciende de forma similar a Tezcatlipoca, también la luz desciende, tomando forma y adentrándose en la inmovilidad. Únicamente que aquí no hay ni buenos ni malos, sino algo que sucede dentro de un diálogo.
El ser humano también está representado ahí.

Tezcatlipoca desciende a encontrarse con Quetzalcóatl, que es ese ser humano que ha descendido; o el cumplimiento de la misión por la cual la luz entra en la forma; o ese descendimiento de la emoción como agua para volver a darle oportunidad de ascender a dimensiones superiores, ya que el agua desciende como lluvia, en forma visible, y asciende en forma de vapor, siendo permanentemente una fuerza de ascenso.
Cuando Tezcatlipoca desciende en contacto con la realidad de la forma, que llamamos “descendida”, despierta un proceso que lleva a la realización de Quetzalcóatl, donde aquello descendido vuela y se eleva. El descenso es lo que propicia el ascenso. El descenso en forma de Tezcatlipoca propicia el ascenso en forma de Quetzalcóatl.
Lo que necesita Quetzalcóatl es el reconocimiento de sus faltas al amor, que es lo que ve en el espejo. Aquello que le expulsa del reino del ego donde suceden todas estas barbaridades que ve en el espejo, es lo que le propicia el vuelo.

De alguna manera todos nosotros estamos invitados a buscar un diálogo que invita al surgimiento de Quetzalcóatl. A veces creemos que Quetzalcóatl nace de la fuerza, pero nace de la visión de aquello que no está bien en ti, donde reina el depredador y el ego.
No se trata de reforzar a través de la fuerza y del “yo-ismo”, sino a través del reconocimiento de la falta del amor.

Estos contenidos pertenecen al mes de septiembre, donde vemos los frutos –Ceres- y el sanador sanado -Quirón-, que es una forma de volar, porque Quirón asciende a la inmortalidad. Es una forma de Quetzalcóatl.