¿CUÁLES SON LOS NIVELES DE LA REALIDAD?
Extracto del nuevo libro en preparación «El poder del agua. El poder de la emoción», de un año luna 9.
Hay muchos niveles de la realidad y muchas dimensiones superpuestas, por las que pasamos imperceptiblemente, sin darnos cuenta y de forma automática.
La manera de vivir el in lak’ech o “tú eres otro yo” con una persona que está realizando un trabajo, por ejemplo un camarero en una cafetería, no es preguntándole acerca de su vida personal y sus emociones, interesándote por sus problemas, ni tampoco ayudándole a poner y quitar las mesas, o sea a hacer su trabajo, sino que la manera de convivir armónicamente con esa persona y respetarle es pedir una consumición, un café o una comida, y después pagar e irte.
La manera de ser empático y amar a una persona que está barriendo la calle no es poniéndote tú a barrer las calles de una ciudad, sino siendo respetuoso con esa persona y saludarle.
Sin embargo, el hecho de que una persona esté cumpliendo una función laboral o social, no supone que solamente sea un barrendero, un camarero, un oficinista o un policía municipal, sino que aparece en esa función temporalmente, siendo un ser humano pleno, donde está la realidad Dios, más dormida o más despierta, pero permanentemente.
De hecho, pasamos automáticamente de un nivel de la realidad a otro sin darnos cuenta, y de la misma manera utilizamos muchas veces las palabras, que en sí son ondas de luz, utilizándolas como objetos.
Muchas veces colocamos las palabras de una forma lógica y con un sentido aparente, pero sin tener un sentido iluminador.
Al hacer esa exposición queremos decir que la realidad es solamente así, pero solo es así en la parte exterior de la realidad, no en la parte interior que desconocemos.
Colocamos las palabras expresando una realidad que es exterior, y sin embargo en otro momento de más claridad te das cuenta de que está diciendo otra cosa, porque hay un orden, unas razones y unas prioridades en otra realidad diferentes a las que se expresan en la realidad habitual, donde lo más importante puede ser ganar dinero o liberarte de los problemas que pueden venir, o cosas así. Sin embargo, eso no representa la realidad de una dimensión más profunda.
En la medida que tú expresas la realidad Dios o la realidad Dios se expresa a través tuyo, nunca eres carente aunque lo parezca y nunca tienes que hacer una estrategia para ser tú mismo, sino solamente ser tú mismo.
