CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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TZOLKIN EVOLUTIVO
Cuando en lugar de considerar las 20 fuerzas horizontales como el lugar de asiento de los 20 dioses, colocamos en cada uno de esos niveles horizontales las ondas, nos encontramos con el TZOLKIN EVOLUTIVO, que ya no está hablando de la fuerza del vector, energía o Dios que haya en cada sello -con un ritmo de 7, que tiene un significado de canalización y sanación asociados al tono 7 resonante o a la mano, sello 7-, sino que estamos situando un enlazamiento transcendente, ya que la onda es un enlazamiento transcendente de 13 sellos, donde ya no cuenta únicamente el valor individual de cada sello sino el valor que aparece dentro de esa colectividad de 13 sellos.
Al situar cada onda como desarrollo del propósito, tono 1, hasta que llega a su forma transcendente, que es el tono 13, lo que aparece ya no son 13 tonos de un mismo sello, cada uno actuando de forma independiente, sino 13 sellos unidos expresando un contenido propio, porque cada sello en la onda adquiere un nuevo contenido por su posición en la onda.
De esa forma ya no es un Tzolkin de sellos y cómo esos sellos van siendo canalizados resonantemente, sino que es un Tzolkin de ondas donde tú eres, en tu despertar de conciencia, el sujeto agente, de modo que te permite participar de forma voluntaria consciente.

Cuando los sellos van apareciendo canalizados de 7 en 7, es como que van descendiendo, porque la columna 7, el tono resonante 7, es un descendimiento. Es decir, te sitúa en un escenario donde están como lloviendo esas energías. No es un ascenso, porque las informaciones vienen hacia ti. Tú no tienes el conocimiento, sino que hay un conocimiento que está en el Tzolkin que viene a ti porque te quiere ser revelado.
¿El Tzolkin te dice a ti algo o tú le dices algo al Tzolkin? Evidentemente el Tzolkin milenario te dice algo a ti como figura temporal exactamente en el siglo XXI, porque el Tzolkin es una revelación, por eso es algo que viene a ti. Y la dirección es descendente si admitimos el código de que lo que está hablando es dimensiones superiores. La propuesta tendrá un efecto ascendente pero su presentación es descendente hacia ti.

En el Tzolkin de ondas no es un escenario donde algo está bajando, sino que el movimiento está expresado por la horizontal, que es el presente donde tú te mueves, o sea el tiempo de la oportunidad. El tiempo de la oportunidad es horizontal. Aquello que tú vivas, tanto en el nivel del ensueño como en el nivel de la emoción, en el plano horizontal puede convertirse en algo que te eleva.
Es horizontal, porque en el código de la mitología egipcia, Anubis, que es el que te pone en contacto con tu corazón y ayuda a que el corazón no pese y puedas salir victorioso en el pesaje del Juicio de Osiris, es también considerado como el horizonte.
O sea, Anubis en la mitología egipcia es concebido como el horizonte.
En el código maya el horizonte es el lugar del nuevo nacimiento, como onda 10, el espejo, que es la ley del amor del in lak’ech, y como sello 10 el perro, que es el amor incondicional.
El horizonte es el lugar donde se unen las dos realidades, y es parte fundamental del contenido del Tzolkin.

Como decíamos, el escenario que te presenta el desarrollo desde el propósito hasta la transcendencia no es algo que está bajando, sino que son escaleras, puentes o enlazamientos de caminos que se abren ante ti, y es evolutivo porque puedes transitar eso si eres voluntario para ello.
De esa manera son como dos escenarios diferentes, porque tu actitud también es totalmente diferente.
Ante la lluvia, tú eres un sujeto paciente, pero cuando transitas un camino eres un sujeto agente.

En el Tzolkin de las ondas, cada una de las 13 columnas verticales solo contiene los tonos de su misma numeración, de modo que la segunda columna contiene todos los tonos 2, la columna 3 todos los tonos 3, y así sucesivamente hasta la columna 13 que contiene todos los tonos 13.
Pero la secuencia es la misma. Al dragón 1 le sigue el viento 2, y después la noche 3, y así en cualquier parte, por ejemplo al perro 10 le sigue el mono 11 y luego el humano 12.
En el Tzolkin tipo eso se mueve verticalmente, mientras que en el Tzolkin evolutivo ese movimiento es horizontal. Está traduciendo esos dos movimientos que decimos: de una manera desciende hasta donde estás, y de otra manera, cuando se mueve en horizontal, está asociado al movimiento en tu horizonte.
Los desplazamientos de cada persona suceden en una horizontal. Aunque haya escaleras o desniveles, el movimiento es horizontal, por lo menos nadie se mueve verticalmente, ni hacia arriba ni haciendo agujero en la tierra hacia abajo. El ser humano se mueve en líneas horizontales, en horizonte.
Por eso es tan importante el horizonte y por eso el horizonte está recogido en el juicio de Osiris en la figura de Anubis.
Anubis es el horizonte, es decir es el lugar de tus actos voluntarios. Y Anubis es esa figura, esa voz que puede ser la conciencia, o ese conocimiento, que en un momento determinado te dice “elige lo que no pesa”, para acceder a la vida plena, a la inmortalidad.

De todas formas, ahora en el siglo XXI es imprescindible reconocer que Anubis está representando a la mujer, o sea a la energía femenina, de modo que el reconocimiento de la energía femenina y de la mujer es fundamental, en este momento en que se cumplen las eras, Para el arquetipo humano es importante rescatar a la mujer, o sea reconocer a la mujer, ya que te sitúa ante tu corazón, porque la vida no transcurre en el lugar donde la luz toma una forma para cumplir la misión de conectar contigo, sino que la vida celeste transcurre en el mundo de las emociones, o sea en el mundo del amor. La vida real sucede en el amor, no en la economía.
Todo el misterio del acceso a la inmortalidad o a la vida plena es a través del agua y de las emociones, de todo lo expresado por los sellos y las ondas blancas.
La relación entre el hombre y la mujer solo puede ser a través del amor. Cualquier consideración de la mujer como propiedad atenta a lo sagrado de la vida, y ya es tiempo de que el arquetipo humano se libere de ese engaño que le asocia con la propiedad y la sumisión, porque la mujer viene de más allá de la luz visible y su código es de más allá de las formas. Respetarla es un inicio. Si respetas lo sagrado, más allá de las formas, serás hablado con claridad por lo sagrado. Si respetas el amor, le das espacio para que te hable.