Ante nuestra experiencia el Tzolkin aparece dialogante, y como en todo diálogo es transmisor de conocimientos resonantes para la evolución, o sea para el despertar, pero totalmente ajenos a la rigidez.
Por eso, el aspecto que quiere mostrarnos el Tzolkin, como Tzolkin dialogante, no es rígido y que no te tiene en cuenta, sino adaptable a través de la resonancia.
Esto quiere decir que hoy el Tzolkin aparece de una determinada forma, pero un momento después o antes produce una iluminación que descubre conexiones nuevas, en otro momento no visibles. Sin duda estaban y siguen estando, pero en su adaptabilidad no las muestra más que en el momento adecuado y oportuno. De esa manera tratamos de huir de la rigidez al considerar el Tzolkin, valorando su adaptabilidad, diálogo y oportunidad, o sea su mostrarse diferente según la resonancia.
Entendemos que en un mandala en cruz el análogo asociado al día de nacimiento aparece en la parte derecha de la imagen y podemos asociarlo con el momento en que sale el sol.
El guía podríamos situarlo en el momento del cenit y en el mandala plano, encima del kin.
El antípoda estaría situado en el lado izquierdo, asociado con la puesta del sol. Y el oculto, debajo del kin, en una hipotética línea recta que uniese el oculto, el kin y el guía, atribuyéndole la noche.
Evolutivamente, estas posiciones en ocasiones pueden permitir expresar al Tzolkin algo, pero ¿el análogo solamente tiene influencia las primeras horas del día y en las otras no?, ¿el oculto prioritariamente solo actúa por la noche?, ¿el guía tiene un momento óptimo a mediodía de actuación y el antípoda al atardecer?
En nuestro diálogo con el Tzolkin aparece como fundamental y siempre activo el OCULTO a todas horas, porque es una definición de la persona, no cuando está dormido, sino siempre, en su interior, accediendo de forma más plena precisamente en momentos en que está más despierto, por ejemplo en la meditación.
Precisamente desde el oculto desciende en sentido retrógrado algo que proviene directamente de lo óptimo, que no es el presente lastimado en que normalmente vivimos, sino aquel lugar donde te lleva tu hacer evolutivo, tu despertar, tu canalizar y tu resonancia. En ese lugar es cuando estás óptimamente despierto.
La mecánica del oculto es situar los sellos en círculo con un eje o espejo entre el dragón y el sol, de forma que la suma siempre de 21.
El ANÁLOGO sitúa en el diálogo con el Tzolkin una información ciertamente importante, porque va a descubrir algo acerca de ti, a través de la invitación a mirar la realidad desde un lugar diferente, es decir, a expandir la conciencia.
La mecánica del análogo es simplemente variar el eje, inclinándolo ligeramente y saltando un sello hacia la derecha. Aquí las parejas suman 19, entendiendo que el 20 es igual al 0.
De esta forma, en la disposición de los colores ya no van a ir los sellos del rojo al amarillo (dragón al sol) como en los ocultos, sino del amarillo al azul (sol a la tormenta).
La disposición del rojo al amarillo quiere decir que la luz toma una forma para cumplir una misión (rojo). Una vez que ha entrado en la forma, la luz necesita hacer comprensibles esas formas (blanco), y una vez que son comprensibles la luz puede continuar con su proceso y empezar a producir transformaciones, pero para ello, esa luz que ha refinado su forma para hacerse comprensible ha hecho aparecer la conciencia, que puede comprender y transformarse (azul). Entonces se produce una expansión, un salto (amarillo).
En el análogo, al empezar con el amarillo nos hemos situado después del salto evolutivo y estamos viajando hacia lo que se denomina azul. Entonces, después de la expansión ya no se trata de refinar sino que invita a encontrar tu misión, porque ya sabes que eres luz. Eso es rojo, luz cumpliendo una misión.
Ahora es el momento de refinar, momento blanco, donde has realizado la experiencia y ahora la transmites, adecuándote a eso, llevándote al azul, a la conciencia plena, al azul como expansión consumada y al tiempo, pero al tiempo real, porque el azul también significa el tiempo.
En la primera situación, la del kin natal normal (ocultos), estamos hablando de la luz en su viaje evolutivo hacia la expansión, pasando por el aprendizaje y expresión de los contenidos a la irrupción de la conciencia. Mientras, en la segunda formulación (análogos) estamos hablando de entrar en el tiempo real, amarillo-rojo-blanco-azul.
El contenido del análogo no es solamente para el momento inicial del día -por lo menos del día 365 veces repetidas cada año-, sino el momento inicial del día del tiempo real. Por eso está al comienzo del despertar: cuando asumes la información que te da el análogo estás en el proceso del despertar.
Por ejemplo, si estamos hablando de la semilla 10 de la onda del águila, encontramos que su análogo es el águila 10 de la onda del enlazador. La persona que nace como semilla 10 necesita situar esta información de modo comprensible, porque no solamente va a ser semilla, que es una invitación a ser tú mismo, sino que va a serlo desde el tono 10 de la perfección y el amor incondicional.
La semilla 10 no es la perfección de la semilla sino la perfección del ver; es el tono 10 del águila, que aparece asociado comprensiblemente a la semilla. Es decir, la semilla ayuda a comprender cuál es la perfección en el ver, que es el ver desde el amor incondicional.
Eso está explicado como semilla. Cuando has realizado un trabajo interno para deshacerte de todo lo que no eres, puedes permitir al programa expandirse hasta la perfección, y eso te permite ver.
Aquí el análogo nos ayuda a entender de qué se trata, qué clase de ver y qué clase de perfección es esta, porque el análogo es el águila 10 de la onda del enlazador, que nos dice que la perfección en el ver extrae su raíz del desapego del enlazador.
La raíz donde puede producirse ese ver está sacando su nutrición del enlazador, que es la forma blanca, emocional y amorosa del dragón, o sea de la energía femenina, que nutre y se ocupa de todas las personas y enlaza con lo óptimo con desapego.
Entonces, el binomio semilla 10 de la onda del águila se ve reforzado en su comunicación con el águila 10 como análogo, de la onda del enlazador.
Cuando estás manejando estos contenidos estás en el comienzo de un tiempo que podemos denominar día, semana, mes, año, pero que en realidad está dando inicio al tiempo real, que quizá sea solamente un día, el tiempo de la maravilla sin fin.
La enfermedad, el odio y la guerra suceden en lo irreal, no en lo real.
Lo real siempre está en lo óptimo, siempre es óptimo.
El antípoda es el tercer sello de tu familia, y está expresando la forma en que puedes actuar desde el servicio desde esa familia. Eso siempre supone una madurez, que podemos asociar al final del día, porque ya has recibido todas las informaciones, y entonces puedes entrar al gozo del descanso.
¡Hola
Me gustaría entender más acerca de lo Kin Analogo, mi Kin análogo Luna Roja resonante. Con el fin de auto-conocimiento, como el kin analogo podría guiarme?
Graciass!!
La luna es el análogo del perro, que habla del amor incondicional. Pero hablar solamente del amor incondicional te puede llevar a divagar por falta de referencias. Es como cuando te estás afeitando, si solo tienes el tacto de tu mano para indicar si te has afeitado bien o mal, el resultado es peor que cuando además como información tienes un espejo, que no eres tú, pero es análogo a ti. Entonces la mezcla de la información del tacto con la de la vista, te complementa y te aporta una información más exacta, no solo de cómo te sientes tú sino de cómo te ven desde fuera.
El kin del perro, que es el amor incondicional, se referencia desde su interior con el mono, porque es su oculto. Decimos que el amor incondicional tiene que estar unido a la alegría, y la alegría unida al amor incondicional, por lo que no es expresión de amor incondicional las cosas que hagas enfadado o por obligación.
En otro escenario, decimos que el perro 7 está en el centro del telar, en el kin 131, al colocar en el número uno al sol 7 (antípoda). Es decir, el sol, la iluminación, centra al perro.
Así, la energía del análogo aparece como referencia al antípoda.
Si solamente contamos los 20 sellos y decimos que el sol es el 1, el perro es el 11. Igualmente, si contamos la distancia del perro al sol y decimos que el perro es el 1, el sol es el 11. El antípoda es el sello más alejado del tuyo, porque cuando lo rebasas ya empiezas a juntarte. Pero si contamos sello y tono encontramos que el antípoda te sitúa en el lugar 131 del Tzolkin.
La energía del antípoda, aunque sea con sello y tono, como un kin, se complementa, no a través del kin oculto sino mostrando dos ondas complementarias. La onda del sol y la onda de la luna contienen los ocultos cada una de la otra.
Entonces, el análogo es la energía oculta, como onda, del antípoda. Y cuando estamos hablando de la energía de la onda, estamos hablando de la energía grupal, del comportamiento grupal.
La luna, como análogo del perro, expresa que el amor incondicional, que debe ser también una expresión de alegría, es a nivel grupal como una luz que atrae al ser espiritual de otras personas, y entonces la actitud de otras personas debe traducir la luna, expresando esa emoción que atribuimos al agua.
La luz va a aparecer a través de tu interacción con las personas. A nivel personal te da alegría (relación perro-mono), pero en la interacción social, la luna traduce la luz del sol, de modo que te introduce en el quinto castillo, castillo verde.
El sol 7 pertenece a la onda del mago y la luna 7 pertenece a la onda de la luna, que NO son ondas asociadas, pero la energía del sol sí está asociada a la de la luna, como onda.
Si más o menos puedes encontrar sentido a esto que te estamos diciendo, entonces para encontrar cómo te puede guiar tu análogo, que es la luna 7, se trata de considerar y vivir lo que aporta la luna como familia. La luna se transforma en el mago, dentro del cual está la actitud sanadora de la mano. Entonces, el mago se transforma en la tormenta, con sus hechos milagrosos y su palabra de luz (viento). Aparece en cuarto lugar la semilla; siendo como eres se produce un florecimiento, cuando estás alineado como la tierra. Y de nuevo te sitúas en la luna.
Es decir que tu forma de vivir el amor incondicional necesita todos esos conceptos y vivencias. Para todo esto es fundamental la meditación y la recitación de tus 20 ondas.