CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Tendríamos que determinar de qué estamos hablando.
Estamos tratando de hablar de perros y de lobos, o sea de fronteras.
Estamos tratando de hablar de Uros y «hombres «, o sea de fronteras.
Estamos tratando de hablar del amor incondicional, o sea de la frontera del miedo y de cómo traspasarla.

Entendemos que el lobo es un animal maravilloso, pero solo es amor incondicional cuando ES perro. En nuestro código Tzolkin, como guía para el salto cuántico y acceso a la sociedad celeste, todas las figuras animales (serpiente, perro y águila) y el sol expresan la LUZ (familia Polar).
Entendemos que iluminación y santidad son lo mismo. Las personas iluminadas o luminosas son las que configuran la sociedad celeste.
Los animales son luz y eso significa que son santos. Es decir, actúan sin malicia, desde el programa de la creación, que es la estrategia del cielo para que encuentres el camino de vuelta o regreso.

Esa estrategia contiene un diálogo VIENTO que, como al perro, te adecua.
El perro responde e interactúa con la palabra, o sea con el Viento y con el corazón del cielo (Huracán, Viento –Tormenta), pero el lobo no.
El lobo, qué es LUZ como ser que cumple el programa diseñado en dimensiones superiores, no interactúa con la palabra y por tanto puede ser ejemplo de muchas cosas pero no de cómo llegar a la frontera del cielo, al 10, al amor incondicional y al auténtico espejo. Pero el perro, sí.

Los perros viven “dentro de” y los lobos “fuera de”. Los lobos son santos, pero no un ejemplo de activación de amor incondicional, aunque quizá sí de otras cosas.
El significado del lobo también es «antes de» y el del perro “después de”, de modo que contiene una frontera temporal acerca de la interacción con el viento.
El perro es temporalmente cuando interactúa vivencialmente, o sea en azul. Esto lo hace el perro blanco desde la vivencia azul del mono «naciendo», o sea ingresando en una nueva dimensión, saltando dimensionalmente cuando llega a la trascendencia resonante como perro 13 de la onda 10 del Espejo.
Lobo significa “antes de”, o sea que todavía no sigues la vía del amor incondicional y aún estás fuera del asunto. Porque no se trata de FUERZA sino de AMOR.

“Al que tenga, se le dará más, y al que no tenga, aun lo que tenga se le quitara”.
Muchas veces podemos creer que se habla en estas palabras –gracias, Jesús- de fuerza, talento o poder, pero se habla de AMOR. Exactamente sería «al que tenga AMOR se le dará más fuerza vital, o sea vida e inmortalidad, y al que no tenga AMOR, aún se le quitara la fuerza vital que tenga”.

La elección del perro-lobo para este asunto expresa que el amor no necesita debilidad.
El perro es un ejemplo de alquimia. No necesita ser débil. Al contrario, cuanto más fuerza tenga mejor, porque el perro pone su fuerza al servicio de su misión con total entrega, como las células madre.
Si está adiestrado para guiar, guía. Si para pastorear, pastorea. Si para buscar, busca. Si jugar, juega. Si está adiestrado para encontrar tumores, los encuentra.

Gracias perro.
Gracias Uros. Invitamos a mirar a los hermanos Uros, maestros de la paz.