El próximo solsticio, que en el hemisferio sur inicia el invierno y en el hemisferio norte el verano, ha elegido presentarse como tormenta azul magnética, aportando para el periodo que se inicia la característica que se atribuye a la tormenta de resucitar, reinventarse y también de un nuevo nacimiento donde está presente tu conciencia.
Ese resucitar es un renacer consciente, con la plenitud que aporta la conciencia, porque ya no eres algo pasivo sino que tu conciencia te concede plenitud al estar despierto.
De modo que el tiempo que comienza aparece lleno de la energía de la conciencia. Invita a tomar la conciencia como maestro, a estar consciente, no pasiva sino activamente, porque no se trata de dejar pasar por delante las cosas sin osar -el osar expresado por el mono también es azul-.
Este momento invita a entrar en las vivencias experienciales, que es lo que se expresa con el azul, liberando la inhibición que bloquea la nutrición, porque se trata de una experiencia que supone resucitar como renacer, es decir, permitirte osar recibir, como contraposición a un momento donde no te atreves a recibir.
Por eso hoy puedes experimentar la resurrección y el renacer.
Esto pone en marcha otro de los contenidos del azul presente en el solsticio, que es la transformación. El azul significa que te transformas, porque estás más vivo en el presente y eres más consciente.
Precisamente como eres más consciente no lesionas la vida, sino que eres una fuerza activa en favor de la vida, de modo que no rechazas la nutrición, porque no se trata de que con tu fuerza desplegada te apoderes de todo, sino que la vida te nutra y tú permitas la nutrición.
Antes, en otras dimensiones, no permitías la nutrición, que es permanente y gratuita, y forma parte de la malla que te une con la realidad, con los otros y con todo.
Hay una actitud que trata de apoderase de todo y priva al resto, de la cual estás resucitando y reconstituyéndote, y otra actitud donde te asientas en la victima y no te nutres, porque has aprendido que hay una fuerza de compensación que trata de socorrer a la víctima yendo en contra de los que considera victimarios. Esa actitud también necesita una resurrección, que sucede al ampliar la conciencia, porque tanto la víctima como el victimario están atrapados en la misma galleta tóxica, que no corresponde a la realidad amorosa Dios.
La tormenta 1, que expresa el solsticio, está unida y tiene como realidad oculta interior al viento 13, que es el momento transcendente del amor incondicional del perro.
De modo que en las vivencias experienciales resucitadoras que propician este solsticio se encuentra como momento iluminatorio el contenido de su oculto, que es el amor transcendente, expresado por el viento 13 de la onda del perro.
La resurrección que presenta la tormenta y los cambios resucitadores de su color azul, sucede cuando aprovechas las experiencias y actúas desde el amor incondicional transcendente.
Desde el 21 de diciembre de 2012 han sucedido 70 ondas, de modo similar a pentecostés o a la fiesta de las semanas, y el 21 de junio estaríamos iniciando la onda 71. Entre el día 21 de diciembre de 2012, como final de una etapa similar al sol 13 final del Tzolkin, y el 21 de junio de 2015 hay 911 días, siendo el 21 de junio justamente el que inicia la onda 71.
Han pasado exactamente tres Tzolkin y medio. Ahora estamos en la mitad, en la columna mística resonante del cuarto Tzolkin.
La distancia que hay entre esos dos puntos es de 911 días, y el día 21 de junio estaríamos en el día 912, que corresponde al humano 2, cuyo guía es la semilla 2.
El humano aparece como un regalo de ese nuevo nacimiento, que está expresado en el mono 1 y guiado por el propio programa diseñado en dimensiones superiores. Claro, para estar guiado por el programa tienes que haber eliminado de tu presente todas las inhibiciones y todos los hechizos que limitan la realidad, y todas las acciones desde el ego y desde el miedo.
Entonces, lo que sucede es la expresión de la libertad y de los pensamientos elevados, que extrae su fuerza de la semilla 2, como regalo que te hace la noche. El humano 2 se encuentra en la onda 11 de la alegría y el nuevo nacimiento, pero está guiado desde la onda 15 de la noche, desde el ensueño donde cocreas la abundancia.
En el oculto del humano 2 encontramos la luna 12 como expresión de esa emoción que colabora con todo lo existente desde la ley del amor del espejo y que está guiada por el dragón 12, esa energía femenina y esa solidaridad en favor de todo lo existente, desde el amor incondicional del perro.
Aquí encontramos de nuevo la onda del perro y queremos rescatar su concordancia con la acción de Anubis en el pesaje del alma de Osiris, donde ayuda al alma a ser tan ligera como una pluma, es decir a actuar desde el amor. Anubis es un cánido, perro o expresión del amor incondicional, y lo que está buscando en las tumbas es el renacimiento de aquellos que están sepultados por el peso de su miedo, ego y desconexión del amor.
Esa es la apertura energética que sucede en el próximo solsticio, invitando a sostener la vida desde la paz.
Damos las gracias a todos los seres angélicos que a través de las fuerzas amorosas de los árboles, de las plantas y de sus espíritus cercanos hoy nos ayudan.
También damos las gracias a las fuerzas angélicas que nos acompañan en forma de animales, algunos tan cercanos como los perros, gatos y loros, y otros en formas más lejanas, y también a los virus y las bacterias, pero siempre colaborando en la red que sostiene la vida de forma especial para ti, porque nadie es enemigo sino que todo sucede desde el amor: el pararse y el andar; el tener y el no tener; el reír y el llorar. Todo es necesario evolutivamente. Sí, gracias.
También damos las gracias a todas las personas encarnadas y reencarnadas que se sitúan en los lugares humildes, y también a los que se sitúan en favor tuyo en los peores lugares, que nadie quiere.
Gracias y bendición.
El momento es azul: experiencia vivencial desde el amor transcendente.
