En respuesta a una pregunta sobre «entrar en la atemporalidad» (mago):
Entrar en la atemporalidad es salir del estrés, de la inseguridad, de la vivencias del ego, de la preocupación del “me quieren” o “no me quieren“, de tratar de ser el mejor, de asegurarse la vida por la economía.
Es decir, entrar en la atemporalidad es abandonar todas esas formas y actitudes que merman la vida, y al contrario, entrar en el disfrute, en el gozo y en la plenitud.
Cuando te liberas de todas las actitudes y vivencias que suponen una merma para la vida, toda la energía que dispones se amplifica. Pero eso solo lo puedes hacer cuando, desde la visión interior, no estás en el cerebro reptil sino en la vivencia creativa.
En parte, es porque esa vivencia que encuentras está compuesta por una energía nutritiva, iluminadora y gozosa, que es el amor.
Cuando tienes la evidencia de que la realidad es amorosa y te sientes en plenitud, es cuando abandonas la necesidad de garantizar tu supervivencia.
