Todas las personas que nacen con el tono 2 son regaladores. Podríamos pensar y además ser adecuado pensarlo, que el dos es un desafío, porque a veces es la única forma en que permites que lo óptimo te de un regalo.
Hay personas con tanto estrés que creen, desde su congoja interior y su miedo, ya que así se lo han hecho creer en la infancia o en otras vidas, que nada es regalado, y entonces la única forma de romper ese ensueño negativo o esa creencia es REGALAR, o sea ponerlo a prueba. “Comprobar” en realidad es ver cómo huye, porque es falso.
LOS ENSUEÑOS TAMBIÉN SON CREENCIAS, pero que aguantan. Puedes colgar la chaqueta y cuando vuelvas ni siquiera te la habrá robado nadie; no solo estará allí sino que quizá, y hasta sin quizá, le haya crecido un regalo.
Eso es un gran regalo. Comprobar eso es un regalo, porque el ensueño, en el cual una parte de ti fabrica una creencia, tiene un dispositivo que es como un ascensor, que te eleva sin darte cuenta a lo óptimo, a lo verde.
Ensoñar como una misión o servicio –maravillosa noche 3- es llenarte de vibración verde, o sea no asentarte en la cuarta dimensión sino entrar en la quinta dimensión. Pero las personas que nacen con un tono 2, más allá de sus desafíos personales o no personales, son REGALADORES; son conductos, conducciones de regalos para las personas con las que interactúan, pero de modo inacabable, y entonces son felices, porque son lo que son.
Si eres un dos, puedes decir “soy lo que soy, un regalador”, porque lo que ES, es inacabable.
Sí, claro, es evidente, qué otra cosa podría ser un tono 2 si es también un tono 12, o sea alguien que colabora con todo lo existente, o sea que no se guarda nada en el bolsillo. Un tono 12 no desafía a nadie, ¿qué te apuestas?
