CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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La civilización egipcia, y quizá podríamos decir simplemente la civilización, propone un enigma que quizá sea un tonto enigma pero solo de puro transcendente, o quizá sea otra cosa y el día que lo explicaron no fui a clase.
Al menos, hay que saber reconocer que esa gente sabía construir cosas para que las fotografiasen y además mucho, incluso antes de que se inventaran las cámaras fotográficas, y bueno, luego están los temas de la agricultura.

Pero el caso es que esta gente propone que el sol es hijo de la luna, así como quien no quiere la cosa.
Claro, podemos pensar que se trataba de hacer un elogio a las madres, que siempre piensan que su hijo es un sol. Pero no, porque de lo que habla el mito de Isis –decimos mito pero no como palabra técnica, sino que es lo que se nos acaba de ocurrir para designarlo, pero seguro que se llama de otra manera-, es de que la luna, o sea Isis, es el origen o la madre de la inmortalidad, o sea que no está hablando de esos hijos que al principio solo tienen días pero que al final se hartan de años y quizá se parecen a los niños porque hay que ponerles pañales, pero poco más.
No se trata de eso; se trata de la inmortalidad, de la luz permanente. Y a quien han elegido para representar ese origen es ni más ni menos que al arquetipo de algo así como la menstruación, el mes, ya que Isis tiene un ciclo mensual -un día que estás con la lengua torpe puedes decir “menstrual”; bueno, mensual y menstrual pueden ser sinónimos-.
Discúlpenme, porque además de hablar normalmente desde la ignorancia, hay veces que no se por qué me gusta hacerlo como diciendo tonterías.

Pero el asunto es muy importante, porque esa gente tan sabia como para perdurar aun hoy relaciona a la mujer con la inmortalidad del ser humano.
Hay una relación entre la mujer y la inmortalidad, tanto si la podemos ver como si no, porque Isis, la luna, es la mujer, y en el código Tzolkin además está relacionada con el cielo y con el castillo verde.
Por eso, aunque solo sea a través del ensueño, es propicio bendecir a esa mujer y a ese arquetipo femenino, y conscientemente colaborar, porque ese es el mejor camino para todos.
Cómo no pedir perdón ante tanto atropello.

Gracias y perdón.
Los círculos de mujeres, donde la mujer recupera su poder y expande su conciencia, hoy son prioritarios.