CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Se considera la ciencia como un conocimiento objetivo, verificable y reproducible.
Esto vendría a significar que la ciencia es un conocimiento o sabiduría de algo objetivo que excluye las visiones subjetivas. Es verificable y reproducible, es decir, que se puede repetir. Quiere decir que puedes hacerlo muchas veces y siempre con el mismo resultado, con lo cual se trata de unas leyes que siempre van a actuar así. Eso es la ciencia.

Es posible que sea así. No queremos conflictuar con esto ni con nada, pero quizá lo que estemos utilizando como ciencia esté relacionado con el hemisferio lógico, donde se sitúa el recuerdo y la repetición.
Sin embargo, también hay un hemisferio que no es lógico, que no está basado en el recuerdo y por tanto en repetir algo. Solamente sabes que algo se ha repetido porque tienes una imagen anterior de lo mismo, pero esto ya se ha visto y ha pasado.
El hemisferio creativo no está asociado a la lógica sino al sentir y a la creatividad. Todas las cosas que podamos encontrar que están relacionadas con las emociones y con este hemisferio, no pertenecen al escenario de la ciencia. Las leyes de las que habla la ciencia, que son las de la repetición, no expresan este hemisferio.

Desde este enfoque podríamos conseguir mayor información acerca de qué significa conocimiento objetivo. No significaría objetivo como que te diriges hacia ello sino objeto formal. Estaríamos hablando de un conocimiento que sucede en la forma de las cosas.
Entonces la ciencia, que está considerada como conocimiento máximo precisamente por ser objetivo y no subjetivo, se transformaría en un conocimiento mínimo, puesto que es el conocimiento de la forma y de la apariencia exterior de las cosas; no el conocimiento profundo sino el superficial.

Entonces, el científico sería simplemente la persona que estudia las leyes de las cosas, la forma y la repetición. Sin embargo, eso mismo nos sitúa ante la posibilidad de adentrarnos en otro territorio expresado por el hemisferio creativo.
El científico estaría expresando un territorio que conecta en el ser humano con el hemisferio lógico y habría otro territorio expresado por la presencia de un hemisferio no lógico, funcional y creativo, como una frontera abierta simplemente a la conciencia que la percibe.

El hecho de percibir que existe esa frontera la hace real. Es como estas tradiciones que hablan de lugares que aparecen y desaparecen, de lugares míticos y por tanto no objetivables y formales, pero sí reales; que habla de un territorio de experiencias que tiene unas leyes diferentes. Estaría hablando de actuaciones y hechos que suceden más allá sin contar con las leyes de la ciencia: milagros, sanaciones espontaneas, sincronías y coincidencias. Pero también estaría hablando de la belleza.

La belleza tiene un aspecto objetivable, porque hay muchos comportamientos humanos que solo se explican por la atracción inconsciente que produce, por ejemplo el que tantas personas se sientan en un lugar huyendo de otro, que luego compruebas que simplemente es feo a la vista, y les encante sentarse en un sitio que goza de una visión bonita.
Utilizamos este ejemplo para sacarlo de connotaciones que pueden ser sexuales y entonces quizá instintivas en algún sentido. O por qué una persona siempre elige un tipo de ropa o un determinado color, mostrando así una afinidad con ese color.
Hay ejemplos de ese tipo que no necesitan mirarse en ningún libro porque se pueden observar en el propio comportamiento: por qué te gustan determinadas cosas que no te están produciendo un beneficio material, económico o social, o por qué te gusta tener un determinado objeto, que simplemente te agrada.
Esto está hablando de una actuación desde un hemisferio que no es lógico. Es un territorio que existe.

En el código maya encontramos que una gran parte de este territorio vendría expresado por el caminante del cielo. La exploración que se le atribuye, que nosotros en esta página consideramos asociada al gozo, está movida por el gozo o satisfacción que produce adentrarte en ese terreno. No está asociado a ganar más prestigio, poder o gratificación sexual, sino simplemente a producir una expansión en algún nivel. Por estar expresado con el rojo sería una expansión con una connotación física, siendo la forma física vibracional.
Más allá de la forma aparente lo que une es una determinada vibración, que está asociada a la esencia de las cosas que permite hacer aparecer una forma.

En el caminante del cielo encontramos algo relacionado con este territorio, no lógico sino real. Por eso nos interesa extraer el máximo de información acerca de qué es el caminante del cielo.