CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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La obediencia puede ser forzada o voluntaria, pero lo que interesa es la libertad, la conciencia, es decir actuar desde el corazón de la vida, siendo voluntario para vivirla.
La obediencia puede ser forzada, como unos presos o esclavos que obligatoriamente siguen a su master, pero la obediencia y el seguimiento también pueden ser libres, es decir intencionados y voluntarios, pero no por eso conllevar conciencia.

El cazador también sigue a su presa, voluntariamente, y en eso es libre, pero el discípulo cuando sigue a su maestro, aunque también es libre no es un cazador. Haciendo lo mismo, siguiendo libremente su objetivo, hacen cosas diferentes.
Uno tal vez hace un trabajo en conciencia y otro tal vez desde su ego, es decir uno hacia el desapego y otro hacia el apego, hacia “lo mío”.

El Tzolkin contiene tonos asociados a guías, y tonos donde el guía es uno mismo. Es como si estuviéramos hablando de seguir y de alguna forma obedecer, y de otros tonos donde siendo tu mismo tu propio guía, no es el seguir y el obedecer lo que da sentido al asunto.
Los tonos 1, 6 y 11 son los tonos donde uno es su propio guía, es decir el kin es el propio guía. Por supuesto que el kin puede ser una interrogación, no una certeza, pero en todo caso es su propio guía y contiene en sí mismo todo lo necesario para la acción adecuada.
Los tonos 2,3,4,5,7,8,9,10,12 y 13 son los otros tonos donde también aparece un guía, pero es diferente a su kin.

Si colocas la rueda de 20 sellos y la rueda de 13 tonos, y sitúas el primer sello de tu familia como el primero de los tonos, resulta que son los tonos de tu familia, es decir los que te representan a ti, los que aparecen guiados por sí mismo. Es decir, los tonos 1, 6 y 11 son los que te representan a ti, junto con el 16 que ya está fuera de la cuenta de 13.
De alguna manera está manifestando cómo el trabajo del Tzolkin y en tu familia, es decir en ti, es el trabajo en el despertar de la conciencia y en el aumento de la libertad.
Cuando sitúas tu familia, y meditativa y vivencialmente consideras esa posición que aparece, estás activando algo que tiene que ver con el 1, que es un propósito. Es decir siempre que conectas con el Tzolkin, lo haces con un propósito DESDE DIMENSIONES SUPERIORES.

También conectas con el 6, que es una puerta que vas a abrir desde tu libertad y tu conciencia. Los guías y los consejos estarán antes, pero hay un momento donde toda la intensidad está en ti. Toda la intensidad y TODO EL RECONOCIMIENTO, porque abrir puertas es una labor de reconocimiento, de re-conocimiento, de reencontrar algo conocido, de rellenar tu espacio.
La columna 6 y su columna asociada 8, que están claramente marcadas en el Tzolkin, son las puertas ante otro nivel de realidad. Ese nivel de realidad es ESPEJO; el 6 te sitúa ante el espejo. Es el espejo de derecha a izquierda, el espejo horizontal, y cuando abres la puerta lo haces a la canalización, que es PURA ESPONTANEIDAD, donde ya el miedo ha desaparecido, donde ya la estrategia ha desaparecido porque es innecesaria; la estrategia de supervivencia ya no es necesaria para vivir. Y la obediencia es una estrategia de supervivencia. Ser siendo es espontaneidad. Escuchar a tu corazón y actuar desde tu corazón es espontaneidad.

También el tono 11 se encuentra en el espejo; es entrar en el espejo. El 10 del amor incondicional y de la perfección es llegar hasta el espejo. El amor incondicional te lleva al espejo, y te hace nacer en él, en el tono 11.

El propósito desde dimensiones superiores, el espejo horizontal en el 6 y el espejo vertical en el 11, son los tonos que no necesitan guía. Entrar en el propósito es ya entrar en el espejo.

Tener un guía no implica obedecer, solo que el 1, el 6 y el 11 son momentos privilegiados. Simplemente puedes probar, y probar porque algo te lo sugiere es como obedecer esa sugestión voluntariamente, pero hay momentos privilegiados.
Estamos hablando de lo real.