CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

LOS OCULTOS EN LAS FAMILIAS (Extracto del Libro de las Familias, de próxima publicación)
Los veinte sellos son algo visible, reconocible por sus propios símbolos y también por su color.
Sin embargo, no es visible el reconocimiento de los sellos como diez parejas de ocultos o la agrupación según sus cinco familias. Para eso se necesita información extra y una realidad más allá de lo visible.
Por eso es una profundización trabajar con el oculto y con la familia. De alguna manera, lo visible, lo que está ahí, expresa el macrocosmos, pero el acceso a la realidad más allá de la forma es una invitación dirigida al ser humano y al microcosmos; a descubrir la otra realidad, a SER plenamente, y simultáneamente a descubrir al dos, al otr@, lo que te completa y te asienta en una realidad maravillosa, y al mismo tiempo ser el dos, el/la otr@, es decir, ser solución.

Proponemos profundizar en los ocultos de los sellos, encontrando qué familias están asociadas de esa forma.

La familia Portal, relacionada con el agua y formada por la luna, el mago, la tormenta y la semilla, está asociada con la familia Central, donde se encuentra el humano, la mano, el viento y la tierra, ya que son ocultos entre sí la luna y el humano, el mago y la mano, la tormenta y el viento, y la semilla y la tierra.

Por otra parte, la familia Cardinal, formada por el dragón, el enlazador, el mono y el guerrero, está asociada a la familia Polar, relacionada con la luz, donde están el sol, el águila, el perro y la serpiente, ya que los sellos de una son ocultos de la otra.

Así, nos encontramos con que hay dos bloques de 8 sellos cada uno, uno representando la LUZ y el otro el AGUA.

También hay un tercer elemento, equivalente al surgimiento de la vida orgánica, fruto de la unión de la luz y del agua, que es la familia Señal, donde como ya hemos dicho anteriormente los sellos son ocultos entre sí: el caminante del cielo y la estrella, el espejo y la noche.

EL SALTO CUÁNTICO EN EL TZOLKIN:
Si ahora miramos al Tzolkin, encontramos que también hay dos bloques y en medio un tercer elemento. Por un lado están las seis primeras columnas y sus ocultos situados en las seis últimas columnas, similares a los bloques que antes veíamos relacionados con la luz y con el agua.
Hay un tercer elemento que es la columna 7, similar a la familia señal, ya que los 20 sellos de la séptima columna son a su vez sus propios ocultos (dragón 4 y sol 10, viento 5 y tormenta 9, etc.).
Ahí es donde está el salto cuántico. De modo que después de los miles de millones de años empleados por esa relación amorosa entre la luz y el agua para llegar al salto cuántico, toda la humanidad está invitada a vivenciarlo. Por eso el Tzolkin no habla del fin del mundo ni de destrucción, sino de realización.

La propuesta es encontrar en ti la luz y el agua o las emociones, y vivir en esa dimensión donde el amor es la realidad.