CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Todo lo que vivimos individualmente y como especie se desarrolla en dos escenarios, diferentes pero superpuestos.
Uno es la realidad normal donde están los asuntos del trabajo, paro, políticos, terroristas, mafia, vecinos, guapos, feos, dinero, coche, vacaciones, etc., es decir, lo normal.
El otro escenario es el de los mensajes, las sincronías, la intuición, los hechos anómalos que adquieren sentido.
La realidad normal es, en parte, la pura continuidad del esfuerzo para llegar hasta aquí. Es un esfuerzo hacia el futuro y te pide aprender a renunciar al disfrute en el momento a cambio de una seguridad y un disfrute en el futuro. Labrarse un porvenir, asegurarse la vejez, prever los acontecimientos para evitar problemas. Esto es la vida cotidiana, que es vivir como si las convenciones sociales, que son acuerdos, fuesen la realidad.
Tiene que ver con el dormir, con repetir sin darte cuenta de que estás repitiendo. Está asociado a PENSAR, vivir filtrado por el pensar.
Esto crea una doble realidad porque sólo se acepta expresar lo correcto. Se instala la censura (autocensura) y el pensar manda sobre sentir. Lo que no es correcto no se puede ni sentir, y a la larga se acaba no sintiendo para evitar ser sorprendido.

El otro escenario es la manera en que otras dimensiones de la vida se insinúan en tu vida y te dirigen poco a poco a realizar, libremente, trasformaciones que te permiten instalarte disfrutando en el presente. Es el crecimiento personal, el despertar, el desaprender. Está asociado a SENTIR. Sentir requiere “presente”; sólo se puede sentir en el momento.
Para ello muchas veces son necesarios acontecimientos traumáticos y vivencias difíciles hasta que aparece el enfoque catártico liberador, pero que es real, y te instala muy favorablemente en el presente o mejor dicho en un lugar donde el tiempo no es importante.
De hecho parece como si en la dimensión hacia donde nos dirigimos, el tiempo no fuese importante.