El quinto sello, la Serpiente, asociado a la energía vital y la kundalini, y la quinta onda, el Caminante del cielo, hacen referencia a energías ascendentes.
El ser humano, cuando duerme o descansa está en horizontal, como la serpiente, pegado a la Tierra. Pero en actividad, la postura del ser humano es vertical.
Totalmente horizontal cuando descansa, como la especie animal más horizontal, por la facilidad con que pega los brazos al cuerpo y porque la estructura de las piernas continúa la línea del tronco y de la cabeza. Ni los cuadrúpedos ni las aves pueden estar totalmente horizontales. Sólo los reptiles y los peces. Y también el hombre.
En el mito de la serpiente emplumada, la primera parte, o sea la mención a la serpiente, es una referencia al ser humano como algo o alguien que no está completo hasta pasar de serpiente, simple energía, a serpiente emplumada. Es decir, pasar desde la horizontal o sea paralelo a la Tierra, a vertical a la Tierra, o sea en el aire.
Lo paralelo se mueve a vertical. Lo paralelo, serpiente, se mueve a vertical, emplumada. Lo vertical obligatoriamente no puede estar pegado a la Tierra, porque estaría en lo horizontal del suelo.
La serpiente, pegada a la Tierra y confundida con la Tierra, representa una energía instintiva y poco consciente de supervivencia, personal y de la especie. Contiene la energía sexual más instintiva y también es símbolo en todas las culturas de una energía sanadora.
Puede llegar a ser una serpiente emplumada, como símbolo de la kundalini ascendente, pero siempre es una energía de supervivencia, es decir sanadora para la especie, y sanadora a nivel personal.
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