CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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La Tierra es el inicio del castillo cuarto, que se completa con las ondas del Perro, la Noche y el Guerrero: el PERRO, como el amor incondicional, la NOCHE, como el ensueño, para hacer aparecer al GUERRERO, es decir la expansión de la conciencia. Y eso define la cuarta dimensión y la Tierra como lugar para vivir el amor incondicional, el ensueño y la expansión de la conciencia.
Normalmente a la Tierra como sello se le atribuye el valor de la sincronía, pero podemos abrir una puerta semántica, y decir que cuando vives las sincronías, estás en lo que en el cuarto castillo se expresa como Tierra. Cuando tu realidad es una realidad de encuentro de sincronías, estás en lo sólido del cuarto castillo. Puedes quedarte ahí, porque ese escalón te lleva al castillo verde.
Muchas personas están en la Tierra, pero están siendo devoradas por “cronos”. Cuando tu entras a vivir sin cronos, descubres las sincronías más allá del tiempo, porque tu Tierra, lo sólido donde te encuentras, como sello es el 17 y está dispuesto a transformarse en onda 17, la Luna, inicio del castillo verde.

Pero por otra parte, la Tierra es la transcendencia de la Serpiente, es decir la kundalini te transforma en la Tierra, donde la generosidad y la entrega son llevadas al máximo, pero también contiene conexión con lo divino, contigo y con el otro.
La Tierra es una fuerza acogedora y atrayente. No quiere que te marches; quiere que te quedes y como es el resultado de la kundalini, que es el tercer castillo que empieza con la Serpiente, la Tierra supone madurez. Para llegar a unir la luz y el agua hace falta un proceso de maduración. Sabemos que la maduración lleva su tiempo.
La Tierra en el cuarto castillo, la maduración, llegado el momento sí que permite que se encuentren la luz y su propia energía en tu corazón, y se desborde el agua, y comienza el quinto castillo.