CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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tripleta de configuración
Cuando te sitúas en las 20 transcendencias o 20-13, es decir, en las 20 ondas encantadas, estás manejando el código Tzolkin. Sin embargo, también pudiera ser que solo manejaras esto y hay muchos Tzolkin que son únicamente secuencias de ondas encantadas.

Hay Tzolkin que manejan esto, hablando de un nivel donde ciertamente lo transcendente se asoma, pero también es conveniente incluir ese dibujo o forma entrelazada que constituyen las casillas de portales y que se conoce como “tripleta de configuración binaria”. Utiliza una frecuencia 3, dado que tripleta significa algo relacionado con el 3, y colabora en la configuración en este caso binaria, o sea de la dualidad.

Esta tripleta es similar a un enlazamiento en forma de malla, que puede recordar al ADN.
En su interior se encuentran dos líneas verticales, que nos sitúan en aquello que se activa en el 2012. Es la referencia a las columnas de Hércules, o, un poco al estilo de Zuyua, a las columnas de Atlas.
¿Por qué decimos que las columnas de Hércules tienen relación con el 2012?
Atlas es el nombre o padrino de esa entrega de conocimiento que supone el Bosón de Higgs en el año 2012.
El programa de investigación Atlas es el que realiza el experimento que confirma la existencia del Bosón de Higgs y la forma en que la luz se transforma en materia.

Encontramos bajo la denominación de columnas de Hércules a las columnas de Atlas; ese es parte del enigma al estilo Zuyua que se nos plantea en estos momentos: Atlas y Hércules son lo mismo. Pero depende de cómo lo mires, del ángulo, pureza y claridad de tu visión. Cuando aclaras tu visión te das cuenta de que Atlas y Hércules es lo mismo.

En el año 2012 se confirma la existencia del Bosón de Higgs. Ese mismo año 2012 está señalado en el código Tzolkin de la cultura maya como un momento donde algo llega a su fin y algo comienza. El año 2012 en el código maya es el momento en que comienza una nueva etapa de la humanidad, uno de cuyos tesoros es el conocimiento del in lak’ech o “tú eres otro yo” como fundamento de la realidad, pero no aplicado con carácter excluyente, desde una óptica que favorece el plegamiento sobre sí mismo, sino como expansión e inclusión.
En ese sentido la humanidad aparece incluida en el in lak’ech.
El in lak’ech no se dice únicamente a alguna persona de tu cultura sino a toda la humanidad.

Encontramos que todo lo que forma parte material de esta realidad está compuesto por átomos, y a su vez los átomos por partículas subatómicas que son intercambiables. De la misma manera, toda la humanidad está compuesta por esos elementos, que permiten el reconocimiento, independientemente del hecho étnico, cultural, social, económico o incluso de género.
Las partículas están compuestas por luz. El Bosón de Higgs muestra cómo la luz se transforma en materia, siendo el Bosón una partícula subatómica.
La luz, a través del juego de las partículas subatómicas toma forma, y las partículas subatómicas a través de los átomos conforman las cosas.
Todo lo que vemos es luz, incluyendo los cuerpos de las personas con las que nos encontramos.

Consecuentemente el in lak’ech o “tú eres otro yo” ya no sirve para reconocer a tu etnia sino a toda la humanidad. A este cambio de escenario nos lleva el in lak’ech de la mano. El in lak’ech te toma de la mano y te introduce en ese escenario, entre otras cosas a través del Tzolkin.
Por eso este descubrimiento del Bosón de Higgs refuerza los contenidos del Tzolkin.

Pero el Tzolkin también puede ser considerado como una cuenta de los días, es decir, como un calendario al que se le puede asociar el calificativo de sagrado, porque se le relaciona con festividades y con momentos de celebrar lo sagrado.
Esa sería una forma elemental de considerar el Tzolkin como un calendario sagrado: el Tzolkin es un calendario sagrado porque dialoga desde otra dimensión. Desde dimensiones superiores de la vida dialoga con el ser humano a través del juego, las ondas y los sellos.
Lo que primero aparece como 20 sellos (20 sellos, 20 unos), a través del Tzolkin se transforma en 20-13, entendiendo que el 13 es una referencia a la transcendencia.
De modo que de una forma elemental los 20 sellos nos hablan de 20 unos, 20 amaneceres, 20 días o 20 cualidades, pudiendo ser expandida cada una de ellas hasta convertirse en algo transcendente.

Entonces, el Tzolkin es el asunto de las 20 transcendencias. De ahí el enfoque de lo sagrado, que atribuido a un día es algo ritual, donde no es necesaria la conciencia, ya que con un grado muy bajo de conciencia se pueden hacer muchos rituales. Sí, ciertamente estás en el ámbito de lo sagrado, porque te diriges a lo sagrado, pero en tu interior no hay transcendencia.
Sin embargo, cuando te manejas desde las 20 transcendencias, que es el Tzolkin, entonces ya tienes una expansión de lo sagrado y ya realizas lo sagrado con una plenitud.