CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Hay muchos ángeles por ahí sueltos.
Los ángeles son personas que están realizando el trabajo de su alma y actuando desde ahí. Han reencontrado la conexión con su alma viajando en lo atemporal del tiempo, concretizado en su vida actual.
Es el momento de conectar con el alma. Todas las personas son bienvenidas.
Gracias.

Cuando te sitúas en la energía del alma siempre sabes, desde dentro. Vibracionalmente siempre te sitúas de forma armónica y adecuada a la situación. De alguna manera el alma es una expresión de la energía femenina, porque la energía femenina “sabe”.
La mujer, sin necesidad de ningún aprendizaje, realiza su función de colaborar, desde su asentamiento en la realidad, en la aparición de una persona.
Está expresando esa sabiduría y a través de la intuición se sitúa en lo adecuado o necesario para resolver cualquier situación, para nutrir, enseñar, colaborar…
La mujer sabe fabricar de forma innata la nutrición de su hijo mientras está en su seno, pero cuando ha nacido también sabe fabricarle el alimento adecuado, educarle y nutrirle.

En ese sentido es similar al alma. El alma es “saber”. Claro que entrar en los contenidos del alma supone una expansión de la conciencia, abandonando las prioridades en las cuales estás huyendo de los peligros, de las amenazas, de las ofensas, descubriendo que nadie te ofende ni nadie te persigue sino que todo es maravilloso.

La conexión con el alma es una conexión con la energía femenina. De alguna manera el espíritu, que es una expresión en masculino mientras que el alma lo es en femenino, contiene también la conexión con el aprendizaje del recién nacido y la maestría de la madre.

Por eso en este tiempo queremos y necesitamos entrar en el periodo de la paz, donde la mujer está presente en un 100% de posibilidades. No comparte, sino que lidera el proceso. No está en un 50% como una concesión, sino que es preciso que ocupe el 100%, canalizando su conexión con realidades superiores.

En este idioma que no tiene dueño -ya que los idiomas no tienen dueño, ni pertenecen a una etnia o cultura, sino que son puentes dimensionales porque a través de ellos se expresa el viento, el espíritu- el alma es femenino.
La primavera es una expresión de lo femenino. El otoño, el invierno y el verano son masculinos, y la expresión de lo femenino en las estaciones es la primavera, porque es un florecimiento, una expansión, una generosidad; es nutrición y belleza.
Por eso la reivindicación desde el alma es 100%, sin tutelajes, ya que la humanidad necesita una expansión de la generosidad.
Sí, gracias.

El perdón sana el alma y favorece la paz. En esta dimensión de ángeles caídos, la vibración del perdón hace un exorcismo; limpia y regenera al arquetipo humano y le reintegra en su dimensión.