CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

Noche 6-Espejo 8 (caminante del cielo 7-estrella 7).

En la meditación en la columna resonante encaminada a activar la resonancia interior en cada persona, nos encontramos con que hoy es noche 6, donde el ensueño aparece como una puerta, que da acceso a la resonancia interior procedente del propio programa, expresada por la semilla resonante, semilla 7.

De modo que el día de hoy parece como una puerta hacia la resonancia, una puerta resonante.

 

La energía procedente del ensueño transcendente, noche 13, para el día de hoy sería el espejo 8, donde la energía del in lak’ech también es una puerta, al voluntario resonante expresado por la tierra en tono 7.

 

Respecto a la energía resonante expresada por su ubicación en la disposición de las ondas o Tzolkin evolutivo, en este día está asociada también a la familia del día verde, en tono resonante evidentemente, en concreto al caminante del cielo 7 y a la estrella 7.

De esta manera aparece toda la familia del día verde, como el acceso a un tiempo nuevo resonante, que es la posición que ocupa al inicio del año, que siempre sucede con la familia portal pero precedida desde el no tiempo por un representante de la familia del día verde.

 

La persona que vive conscientemente, es decir meditativamente, los sucesos del día, se encuentra ante la posibilidad de entrar en la vivencia de la resonancia personal.

La consideración del programa perfecto interior que expresa la semilla, donde la conciencia se sitúa en la contemplación del desarrollo del programa sin intentar mejorarlo, solo observando la maravilla, te sitúa en una actitud adecuada para encontrar la resonancia interior.

Por otra parte, al no proyectar un programa propio te sitúa en la posición del voluntario colaborador, dando soporte a la expansión del programa, es decir justo como hace la tierra, que da soporte y nutrición a todos los programas personales, sin intervenir con su juicio, es decir con su criterio.

 

Nada te turbe, nada te espante. No son palabras nuestras, pero traducen una vibración de acceso a lo óptimo. Mirad los pájaros, mirad los lirios.

Sí, gracias y perdón.