“Mirando al padre desde el hijo, es decir, mirando al origen o a la fuente, desde la manifestación”. Esta es, nos parece, una maravillosa propuesta meditativa.
“Mirando al hijo, a la manifestación y al presente, tratar de conectar con aquello más grande que lo produce”. Entendemos que estamos hablando de padre y madre, puerta, fuente y origen, algo que no precisa de una determinación de género, más propia de esta realidad dual. “Mirando desde esta dimensión donde nos encontramos, conectar con dimensiones superiores”. Esa es la propuesta. Mirando al padre desde el hijo.
Esto lo estamos aplicando en parte desde el Tzolkin. Hemos iniciado una propuesta para considerar los reajustes que convenga hacer para mantener la coherencia, porque el Tzolkin es un sistema coherente. La coherencia es la base de la transmisión del Tzolkin. Cuando encuentras algo anómalo o incongruente se trata de expandir la conciencia, abrir los escáneres espirituales, conectar con otras posibilidades y verlo desde otros lugares, para que vuelva a aparecer la coherencia.
Cuando la coherencia aparece en medio de la incoherencia aparente, es un avance, un desciframiento y una iluminación. Esa es la propuesta
Hemos hecho eso con el tono 5, viendo cómo da fuerza al tono 1, independientemente de la onda y el sello que sean.
Cada sello contiene una explicación, como una palabra escrita sin letras que conecta con el uno. Todos los tonos de la onda son una explicación del propósito. No son independientes sino que van enlazados, aunque inicialmente se pueden considerar por separado.
El Tzolkin te puede hablar como le dé la gana, ya sea desde lo incorrecto o lo correcto. Te va a hablar con faltas de ortografía, pero no importa, ya que lo interesante es hacer esa conexión.
Al decir “con faltas de ortografía” nos referimos a cosas que desde las leyes con las que has aprendido el Tzolkin te digan que no es así, pero la resonancia así te lo manifieste.
El Tzolkin en su voluntad de conexión contigo, contigo personalmente, puede utilizar cualquier sistema de comunicación.
Ahora estamos proponiendo ver al padre desde el hijo, encontrando la fuente desde el agua que recoges con la mano para beber.
Repasando desde los tonos los contenidos de las propuestas encontramos que hay un algoritmo o repetición que se manifiesta y une a los tonos 10 y 12.
El tono 10 en la onda está asociado a la perfección, pero desde nuestro adentramiento en el Tzolkin encontramos que también hace una referencia al amor incondicional y a la ley del amor del espejo, como expresión del sello 10 y la onda 10, y también a esa línea del horizonte donde la realidad visible con forma desaparece y en la cual hay una puerta donde entras en la otra dimensión.
Esa puerta en el Tzolkin tipo es la fila ocupada por el sello 10, el perro. Se trata del amor incondicional y la perfección es abrir esa puerta.
En el otro Tzolkin, Tzolkin de ondas, la puerta está en la onda 10, en el nuevo nacimiento donde el perro 13 se transforma en el mono 1.
Es una puerta que se abre a una nueva presentación de la solidaridad, de la luz cumpliendo una misión como expresión de la solidaridad, no solamente entre personas sino entre dimensiones. El dragón es solidaridad y luz cumpliendo una misión. Es energía femenina creadora, que cuida y atiende, pero también es una expresión de solidaridad, de amor entre dimensiones, de amor más allá del tiempo y de cualquier estructura limitante.
En este caso la puerta se abre al interior de un color azul, que significa vivencias experienciales. El amor incondicional te abre la puerta a las vivencias.
Anteriormente, si no vives con el amor sino con tu especulación e instinto, pierdes un montón de vivencias experienciales que inician un camino ascendente a la cuarta dimensión y desde ahí a la quinta dimensión.
Entonces, el 10 es amor incondicional, la ley del amor del espejo y el in lak’ech, y también tiene un contenido de perfección y de puerta.
Por otra parte el 12 contiene como tono la referencia a colaborar con todo lo existente. Es la antesala o estado anterior a la transcendencia, tono 13.
Para nosotros el paso de un sello a otro, el 2, lo asociamos al regalo. Cuando completas el contenido de un sello recibes como regalo -porque no tienes que hacer nada- el contenido del siguiente.
Tenemos entonces al tono 12 como antesala a la transcendencia y al tono 10 como puerta al nuevo nacimiento, y los dos están unidos a través de un algoritmo que se repite en todas las ondas.
El sello 12 es el humano, por lo que también en el 12 está la libertad, los pensamientos elevados y la expansión del color amarillo. El humano 12 está asociado a la onda del dragón, que es la primera onda, de la luz cumpliendo una misión, de la solidaridad, energía femenina y solidaridad entre dimensiones. El 12, la forma en que has llegado a la frontera de la transcendencia, te lo presenta como colaborando con todo lo existente. Cuando has abandonado tus proyectos y el proyecto prioritario es colaborar con todo lo existente, ese es el tono 12.
Vemos que eso es en el prototipo un acto libre. Si no es un acto libre no está en relación con la solidaridad intergaláctica del dragón; si no es un acto libre no está en consonancia con el amor incondicional. Es preciso que sea un acto libre.
Si ahora miramos desde el humano qué es el dragón, es decir, qué lugar ocupa el dragón en la onda del humano, vemos que es el tono 10.
Eso sucede en todas las ondas. En la segunda onda, onda del mago, el tono 12 es la serpiente, y cuando nos situamos en su propia onda, el tono 10 es el mago.
En la onda tres de la mano el tono 12 es el espejo, en cuya onda se encuentra la mano en el tono 10.
La perfección siempre es la realización de esa actitud de colaborar con todo lo existente.
La perfección siempre está asociada a colaborar con todo lo existente.
Esto es un algoritmo que se repite en todas las ondas.
Sea cual sea tu sello, sitúate en la expresión de ese algoritmo para confirmar, reforzar o en algún caso modificar alguno de los conceptos acerca de ti mismo y de qué es lo que estás haciendo aquí.
Gracias
