CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Mirando el Tzolkin podemos ver mejor la Chacana.
Mirando la Chacana podemos ver mejor el Tzolkin.
La unión de tradiciones amplia la visión. Todas las tradiciones expresan al ser humano.

La Chacana tiene un eje vertical que señala los solsticios. El Tzolkin también tiene un eje vertical en la columna 7, columna resonante.
El eje vertical de la Chacana, al indicar los solsticios, muestra polarmente el momento de más luz en el año, que en el hemisferio norte sucede a finales de junio, 21, 22, 23 de junio y que también aparece en la tradición que da origen al año común en la fiesta de San Juan.
En el hemisferio sur lo que sucede es el momento de menor luz del año. En el hemisferio sur es el momento en que la noche es más larga y el día más corto.

En el otro solsticio, el que ocurre a finales de Diciembre entorno al 21, 22, 23 de diciembre, en el hemisferio sur sucede el día más largo y el momento de más luz, y en el hemisferio norte al revés. En esos momentos en el hemisferio norte ocurre la noche más larga y la mayor oscuridad. También este momento aparece en la tradición que dará surgimiento al año común con la Nochebuena y la Navidad.

Entonces, la Chacana muestra con su brazo vertical el momento de más luz que asociamos con arriba, el sol y el cielo, y el momento de más oscuridad que asociamos con abajo e inframundo.

En el Tzolkin las líneas verticales muestran también al sol, la iluminación, arriba, como final del proceso que se inicia con el dragón, que también es un caimán, un cocodrilo que te lleva abajo, a lo oscuro, a la muerte.
Los contenidos son similares: arriba, abajo, sol, iluminación, cielo, inframundo, muerte, oscuridad, etc.

En la tradición de los creadores del año común también hay luz y oscuridad. Aparece resaltado el humano celeste y el humano terrestre. En esta línea, el humano conecta con lo divino y se reconoce hijo de Dios, lo cual sucede en el mundo oscuro. La oscuridad manifiesta más claramente la luz.

En el Tzolkin en la columna central, columna 7 resonante, se expresa el nuevo nacimiento. La conexión con lo divino aparece como nuevo nacimiento y señala el espacio entre el cielo y la tierra como lugar del ser humano y lugar para la iluminación.
Ese lugar aparece diseñado en la Chacana como Tawantinsuyo, con la figura de un cuadrado. Es el lugar del medio, entre el arriba, el cóndor, y el abajo, la serpiente. Es el lugar del Puma.
Tawantinsuyo es el lugar mágico de los seres humanos despiertos y también corresponde al rectángulo que forma el Tzolkin, como aquí y ahora mágico donde los seres humanos que despiertan evolucionan.

La otra línea que aparece en la Chacana como reloj cósmico es la línea horizontal, que muestra la luz con la misma duración, como sucede en los equinoccios: línea vertical, máxima luz y máxima oscuridad; línea horizontal, misma luz, misma luz.
La dualidad se iguala. La dualidad aparece como complementaria en el despertar mágico; no hay supremacía. No es mejor arriba ni peor abajo.

La línea horizontal diseña un espacio similar pero durante mucho tiempo, como indicando que hay un tiempo puntual y otro tipo de tiempo; un tiempo estable que no cambia, para que tú tengas tiempo para hacer los cambios.
Es el tiempo mágico del Tawantinsuyo; el tiempo mágico del puma; el tiempo mágico donde el puma se transforma en colibrí.
El colibrí es “el Resucitado”. El puma está en la tierra, que es el Tawantinsuyo, y es el ser humano despierto, que reconoce que hay una realidad más allá de la apariencia, pero está en la tierra. En algún momento hay una experiencia que le transforma en el colibrí.
El colibrí está en la tierra, pero también es multidimensional. “El Resucitado” es el ser multidimensional que se nutre de la belleza.

En el Tzolkin vemos algo que sucede entre Dragón, cocodrilo y abajo, y el Sol, arriba e iluminación, y es justamente el nuevo nacimiento, que es la conexión con la multidimensionalidad, que te permite vivir en esta dimensión, con sus leyes de esfuerzo, sufrimiento, deterioro y muerte, de modo que entonces puedes identificar está dimensión con abajo y oscuridad, pero donde simultáneamente vives en otra dimensión maravillosa, dónde las leyes, es decir lo que sucede, es alegría, inocencia, gozo y amor. Y eso es multidimensionalidad.

Ese es el despertar, el nuevo nacimiento y lo que sucede en Tawantinsuyo.
Tawantinsuyo no es un concepto político, sino maravilloso o mágico. Si miras Tawantinsuyo como lugar político, entonces encuentras enemigos y frustración. Los enemigos y la frustración no son Tawantinsuyo.

En el Tzolkin la línea horizontal del tiempo expandido aparece en el Perro, que es amor, y en el Mono, que es alegría e inocencia. Dónde hay amor no hay enemigos, dónde hay alegría no hay frustración.
En la tradición que da origen al tiempo común, en esa línea de equinoccios, donde el tiempo te da tiempo, aparece el cumpleaños del mundo, Rosh Hashaná, y la libertad, Pascua: Pascua, libertad, salir de la aflicción y entrar en la tierra prometida; el lugar maravilloso, Tawantinsuyo, la multidimensionalidad, el lugar del trabajo personal.

Rosh Hasaná inicia el tiempo. Da igual que estés dormido o despierto; estás en el tiempo. Pero la experiencia de la Pascua inicia otro tiempo, el tiempo del Puma en Tawantinsuyo, donde la tierra se transforma en la tierra prometida, y arriba y abajo se unen.