CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

Todos vivos, no hay bajas. Eso es más o menos lo que significa esa expresión tan conocida que escribimos como O.K. Significa cero matados. Lo que decimos que es una letra O en realidad es un cero, o sea cero matados, todos vivos. Todo está bien.

Si no hay un problema, no hay solución. El problema sería que no hubiese problemas, porque entonces no habría esos momentos especiales que son los de la solución.
Los momentos de la solución son maravillosos y están traduciendo algo superior a la pura maravilla, porque tienen un componente subjetivo donde tú estás presente. La pura maravilla puede ser simplemente el equivalente a un cromo, donde todo es muy bonito, pero entonces le faltaría algo, presente en ese lugar a través de su subjetividad.
Por eso, si no hay problema no hay solución, y si no hay solución entonces sí que hay un gran problema. De modo que es importante valorar el mundo de los problemas, porque es el mundo de esos momentos subjetivos de la solución.

Lo que llamamos solución es un momento en que se produce una vibración extraordinaria y donde estás vivo de una forma extraordinaria. Es en ese nivel donde hay que buscar qué es lo que te impide situarte en la solución, es decir en el momento maravilloso de esa vibración de vida maravillosa que es la solución.
El problema está en la parte subjetiva interna, donde siempre están dialogando con el problema.

Hay un momento donde conectas el estar vivo con los problemas y las carencias, y, en cuanto pasas a otro espacio espiritual, buscas dónde están las carencias, las antiguas carencias. Eso es un efecto llamada, porque aparecen y por más cosas que hagas vuelves a dialogar con los mismos personajes presentes en las carencias.
Entonces es cuando te das cuenta y dices “todo está bien, no hay bajas”, “puede haber sucedido cualquier cosa, pero aquí estoy, todo está bien”.
El problema está en que tu subjetividad te atormente y que incluso cuando encuentras solución vuelva a insinuarse esa subjetividad herida. Para eso es necesario hacer un acto de presencia consciente donde tú digas “bueno, a pesar de que parece que siempre hay problemas, yo me sitúo en el agradecimiento, porque lo que hay es siempre soluciones”.
Gracias.