CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

Impulsa tu evolución con las publicaciones diarias y profundiza con nuestras herramientas

ONDA EVOLUTIVA DEL VIENTO:

Uno de los componentes evolutivos de la onda del viento viene por su situación en el Tzolkin de las ondas en el nivel 18, es decir el ocupado en el Tzolkin tipo por el sello del espejo, o sea “tú eres otro yo” o la ley del amor.
El viento y el espejo contienen realidades similares, ya que el viento como espíritu da soporte a la realidad, creándola. Por eso dejar entrar el viento en tu vida es una sanación y en muchos casos un auténtico despertar resucitativo.

La onda del viento se desarrolla en su totalidad en la columna 12.
“Tú eres otro yo” como expresión del amor y “colaborar con todo lo existente” son los dos componentes evolutivos que animan el contenido de la onda del viento en un nivel transcendente.

FILA 18, EL ESPEJO:
El espejo (sello 18), que es donde se sitúa la onda del viento evolutivamente, se encuentra y expresa el tercer castillo, que es el castillo del nacimiento al tiempo real. El viento es una forma del espejo.

El espejo es la onda 10, que se asocia con la perfección, pero en la autenticidad, o sea en el programa, en algo que no es el resultado de un esfuerzo sino que expresa y toma forma desde la dimensión del ser siendo, de la gratuidad, de la facilidad y del desvelamiento de la realidad.

Cuando la perfección es el resultado de un esfuerzo, o sea de una dificultad y muchas veces de una competencia, estamos haciendo aparecer como expresión de la realidad cuántica -esa realidad donde tú eres parte de algo que en todas sus partes es igual a ti- el mundo de la guerra, la pérdida, la insatisfacción, la imposibilidad y todos sus corolarios, es decir la envidia, el odio, el miedo, la prostitución, la esclavitud, la infamia, etc.
Entonces, aparece la perfección asociada a la imperfección y no a la vida, pero la perfección es la vida en plenitud, que es la vida del ser siendo. Es decir, ser es fácil, solo tienes que ser, que es lo que eres.

De modo que no hay error. La asociación con el esfuerzo te sitúa en el error, por eso podemos encontrar que justamente es la autenticidad de ser tú mismo, es decir, canalizar lo real, de lo que se trata.
Es decir, no hay una competencia, porque nadie quiere usurpar tu realidad; no se trata de conseguir una plaza entre millones de aspirantes, porque tu plaza solo es para ti. Solo tú llenas ese lugar. Por eso se trata de que lo llenes.

La perfección (10) en el Tzolkin pertenece al color blanco. En el Tzolkin tipo la fila 10 la ocupan los sellos del perro, que es la perfección porque en ese lugar es donde también se produce el nuevo nacimiento.
Pero el nuevo nacimiento es algo que sirve cuando lo enfocas desde un ángulo. Desde otro ángulo lo que sucede, en el 11, es ese nacimiento como entrada en el tiempo consciente. El nacimiento que expresa el 11 es el nacimiento donde tu luz interior, expresada por la serpiente, tu kundalini, vive según la ley del amor del espejo. Y eso produce el nacimiento como ingreso en el tiempo real del amor con que tú has sido llamado a la vida desde dimensiones superiores o exactamente desde el ser siendo, lo cual está expresado con la onda de la semilla.

COLUMNA 12:
De forma evolutiva podemos encontrar que la onda del viento transcurre por completo en la columna 12, de modo que contiene un impulso interno que expresa que toda actividad espiritual evolutivamente contiene una determinación de colaborar con todo lo existente.
El viento evolutivamente colabora con todo lo existente. Tú estás haciendo una actividad realmente espiritual cuando tu decisión ya no es sanar mis cosas, mis proyectos o los de MI gente, sino que trabajas intencionadamente con todo lo existente, reconociendo tu vinculación no solo con una concreción de la realidad, que son tus circunstancias, sino con la realidad expandida que contiene la realidad de lo óptimo, o sea de dimensiones superiores.
Eres un colaborador.

Toda persona que nace en la onda del viento, según va expandiendo la conciencia va recuperando su condición de colaborador activo en favor de todo lo existente, o sea su vocación interna y creadora. Por eso su actividad se realiza en tiempo real de forma sanadora, rescatadora y resucitadora.