Si se derrumban las casas, incluida la tuya, y te quedas sin Internet, tú sigues siendo una persona.
Si se derrumban las casas y te quedas sin Internet, sigues siendo una persona y seguirás encontrando motivos para reirte en algún momento.
La vida no es bella porque tu ropa, tu casa o tu coche sea nuevo.
La vida es bella porque tú estás ahí.
La vida es maravillosa, y tú eres vida. Se tú, se maravilla. Es tu poder.
Aunque las casas se caigan y no haya Internet, la vida es maravilla. Gracias.