CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Compartimos la contestación a una persona, por si es de interés:
El tiempo del despertar, que es justamente ahora, es el tiempo de elegir, de modo que el tiempo de elegir es justamente ahora, en este tiempo. No es una cosa de este segundo, de este minuto, de este día, sino de este tiempo.
Hay un quantum de tiempo que busca que elijas la paz, porque da paso al amor y a la plenitud. Por eso en este tiempo todo está organizado, gracias a Dios y bendito sea, para que elijas la paz desde la conciencia. Se trata de elegir entre la guerra y la paz, porque son dos realidades diferentes que coexisten en el mismo espacio-tiempo.

Un acontecimiento lo puedes vivir desde la guerra, como una agresión, una merma o una desgracia, como que alguien te quiere hacer daño o sintiendo que tú no sabes, no puedes o no tienes poder para evitarlo, eres inferior, etc. Son todo ese montón de diálogos interiores donde explicas la realidad. Como es guerra, lo que quieres es ser fuerte y poderoso, algo que nunca vas a conseguir, porque no vas a poder parar la vejez y mucho menos la infelicidad. No por mucho jactarte de tu fuerza vas a ser feliz, ni por mucho abusar de tu privilegio vas a ser feliz. Siempre van a aparecer acontecimientos y aunque en algún momento ganes, muchas veces pierdes.
Todo eso es la realidad de la guerra, que es una actitud según la cual explicas la realidad y corresponde a una dimensión y aun nivel evolutivo.

También puede ser que estés en la paz, porque se trata de elegir entre la guerra y la paz. Desde la paz cualquier acontecimiento se ve desde otra manera, no porque ganes más dinero, tengas más éxito o más brillo, sino porque incluso algo que desde la guerra diríamos que es una desgracia, encuentras que es una bendición.
Los acontecimientos en este quantum de tiempo están destinados y dedicados a favorecer la conexión con tu ser espiritual. Eso sucede a través de hechos que en ocasiones van a favor de tus deseos y en ocasiones van en contra. Las crisis rompen el ego y cuando viene algo que inicialmente lo puedes vivir como una desgracia, en un momento determinado de iluminación puedes encontrar que es una bendición, precisamente porque te ha liberado de algo que considerabas que era la realidad, y encuentras que no es así; encuentras que no es necesario que seas fuerte, sino que tu conexión sea con el amor. Hay muchas cosas que te producían miedo y tratando de evitarlas estabas creando barreras al amor, lo cual te lleva al aislamiento o a solo poder relacionarte desde la superioridad y entonces eres un supremacista, ya que solo pueden acercarte a ti personas débiles que no te dan miedo.

Este quantum de tiempo es el de la catarsis, de no huir de lo que temes, de adentrarte en el inframundo. Es el tiempo de la generosidad, del amor; es el tiempo que rompe la armadura en la que has encerrado tu corazón.
Entonces, todo es posible y no necesita ser como tu deseas, ya que el deseo se produce desde la guerra y el miedo, y ese no es un criterio válido, en vez de desde el amen, desde la rendición, desde el así sea, desde el voluntario.
Es un momento para adentrarse en lo que no quieres, con los ojos muy abiertos, con todos los escáneres situados a la búsqueda del milagro. Busca el milagro, contémplalo, incluso en el máximo desastre. Es tiempo de milagros, es tiempo de bendición.
No es tiempo de guerra; es tiempo de paz.