CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Lo importante somos nosotros, los que estamos viviendo ahora, que sabemos que estamos en el mismo día.
Una persona, por ejemplo en Argentina, en estos momentos tiene una diferencia horaria con la península ibérica de 4 horas. Es decir, estando en el mismo día no vivimos en la misma hora, nominalmente. Realmente vivimos en el mismo momento, como demuestra internet porque nos conecta, pero a nivel horario estamos en lugares diferentes.
Todo depende de dónde se ponga el inicio.

El calendario gregoriano se adelanta.
En el cambio realizado en el siglo XVI al calendario gregoriano, se ajustó al tiempo que vive el calendario maya. Es evidente que los conocimientos de los mayas galácticos pasaron a formar parte del calendario gregoriano, pero eligiendo mantener ese calendario adelantado, ya que podían perfectamente haber seguido el mismo ritmo.
Cada año se adelanta un poco el calendario gregoriano y eso es lo que ha producido que en este tiempo estemos sincronizados. Podemos decir que los segundos que cada año se adelanta la forma de medir el tiempo gregoriano, han producido que en estos momentos estemos sincronizados, estando en la misma hora que los habitantes de América.

En esos quinientos y pico años el adelanto que se ha hecho cubre las horas de diferencia que nos separan. Es como una llamada a la conciencia. La sincronización está presente, ES.
¡Es el momento de la sincronización! Es el tiempo de la paz, de la unión y de reescribir la historia, no buscando errores sino encontrando aciertos, porque por encima de las voluntades que traducen al ego se produce el encuentro.
Da igual en la forma en que suceda, porque lo importante es que digas “sí, está bien, todo está bien, gracias”, y también “perdón”.
Tu inercia y sistema de creencias actúa como un peso, pero cuando tu conciencia despierta, aparece el vuelo y ya no pesas.
Gracias.