CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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17 de junio
Enlazamiento de tradiciones hermanas del 17 de junio. Sol y Mago.
El sol es el tono 11 de la onda del perro. El tono 11 espectral, que se asocia con la liberación, es en realidad la liberación de luz. Es como la aparición de la realidad luminosa de la persona, de las cosas o incluso de la materia. Toda la materia está compuesta por luz y por tanto hay un punto de encaje donde puede verse la luz.

“Una cámara térmica o cámara infrarroja es un dispositivo que a partir de las emisiones infrarrojos medios del ESPECTRO electromagnético de los cuerpos detectados forma imágenes luminosas visibles por el ojo humano”.
Eso quiere decir, más o menos, que hay una imagen luminosa que puede ser detectada por esos dispositivos, como son las cámaras térmicas o de infrarrojos, pero también por personas seres o animales que se sitúen en ese punto de encaje dimensional.
Es así porque esa luz existe. Sencillamente la espectralidad es luz y el tono 11 espectral explica el momento en que estás emitiendo luz, lo cual percibes como liberación.

Hoy vemos asociado al tono 11 espectral al icono o símbolo que expresa la luz (sol), y está en la onda del perro, que habla de amor incondicional.
De esta manera encontramos que desde el amor incondicional emites luz.
De alguna manera podemos relacionar al tono 11 espectral con el mono, que como sello y como onda es el 11.
Esa emisión de luz precisa que hayas llegado a realizar el 10. Si no haces real los contenidos del tono 10 no puedes pasar al 11, porque del 9 no se pasa al 11. La secuencia del Tzolkin en los sellos y los tonos es +1. Desde el sello del venado no puedes pasar al del mago o humano, porque el venado es el sello 7, el mago es el 14 y el humano el 12. Del venado solo puedes pasar a la estrella, que es el sello 8. Y lo mismo con todos.

Entre las leyes coherentes que dan forma coherente al Tzolkin, está esa: de un sello solamente se pasa al siguiente. El orden es inmutable.
Entonces para llegar al 11 tienes que haber cumplido el 10. Ahora, en este tiempo expandido, estamos viviendo algo asociado al propósito 10 (onda del perro) y al propósito 11 (onda del mono).
Sin embargo, la importancia recae sobre el mono, porque es el sello 11 y la onda 11, donde el 11 es emitir luz. Mientras, el propósito del sello 10, que es el perro, no aparece en la onda 10 sino en la 14 (la onda 14 es la onda del perro), con lo cual hablar el perro es solamente el 10 como propósito, situando el valor en el sello y en el propósito personal.

El sol 11 surge de ese propósito del sello 10. De modo que aparece la luz (sol), pero necesita que hayas situado al amor incondicional como propósito.
Por lo tanto, en las experiencias que ocurren en estos momentos, no puedes enfadarte suceda lo que suceda. No puedes desesperarte ni desechar al amor incondicional como solución, aunque los problemas te superen ampliamente, algo muy fácil, por cierto.

El kin del día nos dice que emitir luz necesita tener como propósito al amor incondicional. Ahora tenemos qué aparece desde la propuesta de los nawales. El nawal del día es el mago 4, ix, jaguar, de la onda del mono.
El sol aparece como el tono 11 de la onda 14 (perro), mientras que el nawal mago, ix jaguar (sello 14) aparece en la onda 11 (mono). Estamos en un momento mágico.

Hay una enseñanza desde esta imagen, que requiere que ampliemos la conciencia, introduciendo todos los contenidos posibles.
Al mago, desde su nawal jaguar podemos asociarlo con saber aparecer, siendo visible, y con saber desaparecer, entrando en lo invisible y situándote en esa frontera entre las realidades o dimensiones. Tal vez el jaguar sea un maestro en saber taparse y esperar, pero al situarse como 4 vemos que actúa desde la inocencia (onda mono).
De alguna manera se trata de la inocencia del nuevo nacimiento. Has avanzado todas las ondas hasta llegar al reconocimiento del in lak’ech (onda espejo), que indica cómo te relacionas con todas las personas pero también con todas las cosas. No hay enemigos; solamente aparece el enemigo, es decir el que compite contigo, cuando eres tú el que compites. Entonces el espejo te muestra competición, porque te devuelve tu imagen.

El mono sale del espejo. Al mirarte en el espejo recuperas la inocencia, que es curiosamente todo lo contrario de la historia de Quetzalcóatl, que al mirarse en el espejo se horroriza y desaparece para volver.
Ese es otro tiempo, el tiempo de las guerras. Pero que nadie piense que las guerras han comenzado con el enlazamiento de todos los mundos conocidos, es decir, con la llegada de los que atraviesan el mar atlántico siguiendo al sol, porque la historia de Quetzalcóatl es anterior, muy anterior.

El enlazamiento es la vuelta de Quetzalcóatl, es decir, el tiempo del regreso de Quetzalcóatl, que es el tiempo en que estamos.
Estamos en el tiempo en que Quetzalcóatl se mira al espejo y ve la inocencia y no el abuso. La invitación del trabajo espiritual es permitir al Quetzalcóatl que está dentro de ti mirar en el espejo. Es el tiempo de la masa crítica de Quetzalcóatl.
Hay un tiempo en que Tezcatlipoca desciende por el hilo de la araña. Parece que es un tiempo distinto del regreso de Quetzalcóatl, pero es el mismo: cuando Tezcatlipoca desciende por el hilo, Quetzalcóatl regresa.

Eso sucede en ti cuando te sitúas en ese tiempo que transcurre en varias dimensiones a la vez. Tezcatlipoca desciende a la vez que Quetzalcóatl regresa.
Y tú estás despierto en el centro.