CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Quizá de repente encuentras que hay algo en tu interior que te invita a vivir bellamente. Quizá sientes algo que te invita a vivir bellamente. Sin embargo, también es posible que tu creencia sea que no se puede vivir bellamente, sino que hay que vivir astutamente.
Quizá has aprendido que tienes que ser práctico y defender lo tuyo. Quizá has aprendido que tienes que vivir dentro del orden, sin salirte, y que vivir dentro del orden es lo más práctico, porque es lo que más te protege.
Es decir, quizá has aprendido que se trata de vivir pragmáticamente. Sin embargo, quizá encuentres que hay algo en tu interior que te invita a vivir bellamente.

El pragmatismo, vivir dentro de los límites y la seguridad, todo eso traduce una realidad, pero ¿acaso es la única realidad? Incluso se podría preguntar, ¿esa es tu realidad?, ¿encuentras plenitud en esa vida pragmática?
Si la respuesta es que no encuentras plenitud pero sí seguridad, se podría uno preguntar para qué existe entonces la plenitud si lo importante es la seguridad. Si tienes conciencia de vivir en plenitud es porque lo has experimentado, y entonces es la propia plenitud la que te invita a encontrarla, desde tu libertad y tu lucidez.
Si existe una dimensión de plenitud, existe una dimensión de armonía y belleza, que también está en tu interior y te dice a qué realidad perteneces. De modo que estás en una realidad a la que no perteneces, pero hay otra realidad o dimensión de la plenitud y de lo óptimo, de la armonía y la belleza, que también es la dimensión de la virtud sin esfuerzo, a la que sí perteneces, porque está en tu interior.
Si está en tu interior, puedes escucharla y dialogar o ignorarla, por lo menos intentar ignorarla, porque si ya la conoces, su música y vibración te van a llegar, porque es tu propia música y tu propia vibración.
Entonces, cQuizá de repente encuentras que hay algo en tu interior que te invita a vivir bellamente. Quizá sientes algo que te invita a vivir bellamente. Sin embargo, también es posible que tu creencia sea que no se puede vivir bellamente, sino que hay que vivir astutamente.
Quizá has aprendido que tienes que ser práctico y defender lo tuyo. Quizá has aprendido que tienes que vivir dentro del orden, sin salirte, y que vivir dentro del orden es lo más práctico, porque es lo que más te protege.
Es decir, quizá has aprendido que se trata de vivir pragmáticamente. Sin embargo, quizá encuentres que hay algo en tu interior que te invita a vivir bellamente.

El pragmatismo, vivir dentro de los límites y la seguridad, todo eso traduce una realidad, pero ¿acaso es la única realidad? Incluso se podría preguntar, ¿esa es tu realidad?, ¿encuentras plenitud en esa vida pragmática?
Si la respuesta es que no encuentras plenitud pero sí seguridad, se podría uno preguntar para qué existe entonces la plenitud si lo importante es la seguridad. Si tienes conciencia de vivir en plenitud es porque lo has experimentado, y entonces es la propia plenitud la que te invita a encontrarla, desde tu libertad y tu lucidez.
Si existe una dimensión de plenitud, existe una dimensión de armonía y belleza, que también está en tu interior y te dice a qué realidad perteneces. De modo que estás en una realidad a la que no perteneces, pero hay otra realidad o dimensión de la plenitud y de lo óptimo, de la armonía y la belleza, que también es la dimensión de la virtud sin esfuerzo, a la que sí perteneces, porque está en tu interior.
Si está en tu interior, puedes escucharla y dialogar o ignorarla, por lo menos intentar ignorarla, porque si ya la conoces, su música y vibración te van a llegar, porque es tu propia música y tu propia vibración.
Entonces, cuando digas “sí, yo soy”, se abrirá un camino para ser siendo.uando digas “sí, yo soy”, se abrirá un camino para ser siendo.