¿Se dan cuenta de todo lo que han avanzado?, ¿de lo que son capaces de sentir ahora?, ¿de la conciencia que tienen acerca de su proceso?
Pero no todo es trabajo ni siquiera trabajo espiritual. Hay tiempo para el descanso, la contemplación, el arte, la risa…
Una vez plantada la semilla hay que esperar los frutos, que llegarán en el momento adecuado.
Foto de Carmen
Ana Terapias de Luz. Viatzolkin.com