No es una época para esforzarse o exigirse a uno mismo. Es mejor dedicar atención al “sentir” que al “hacer”, a la voluntad o a la disciplina.
La soberbia y el ego espiritual limitan el crecimiento y la superación de determinados bloqueos.
El reconocimiento de la propia fragilidad, junto con la humildad, ayudan a salir adelante en las crisis.
Gracias.
Ana
Terapias de Luz. Vía Tzolkin.
Foto de Arantxa.