En la vida, en su vida, hay etapas para todo, para amar y para llorar, para éxitos y depresiones, para sueños y decepciones. Siempre ha sido así. Quizá ahora la diferencia sea que los estados anímicos, las vibraciones y también las circunstancias exteriores cambian con mucha rapidez. En un mismo día pueden jugar, llorar, trabajar, descansar…
Es importante por lo tanto que se acostumbren a desconectar de lo que ya no se encuentra en el presente, para así poder dedicarse con más intensidad a lo que sucede en ese preciso instante.
Lo que ocurrió ayer, hoy les afectaría de distinta manera o quizá no tendría cabida en su vida. Lo que ayer desearon, consintieron o pelearon, hoy quizá ya no tenga sentido.
Y eso está bien. Es propio de esta época, propio de su momento evolutivo.
Sigan soltando lo que ha sido y desconectando de lo que ya no es.
Gracias.