Sí, hay mucha gente que necesita atención o que se siente necesitada, que está en crisis o se siente en apuros, que quiere abandonar o se siente derrotada. Pero ustedes no son quién para salvar a nadie, ni siquiera para llevar sus cargas.
Cuando sienten pena por alguien, no alivian su dolor; cuando creen que alguien tiene un gran problema, no están colaborando; cuando se angustian por alguien cercano, no consiguen acompañarle.
Permitan que cada persona recorra su camino. Respeten los errores de los demás. Confíen en que esas personas sabrán, con algún que otro rodeo, resolver sus obstáculos.
Es el momento de amar su proceso, lo que son y lo que han sido. Es el momento de soltar las cargas que no les corresponden y dedicarse atención a sí mismos.
Pero no se preocupen, que siempre están y estarán acompañados.
Gracias.
