Todo está empezando en cada instante.
En cada instante se abre una inmensa oportunidad y es ahí, en el presente, donde se puede concretar y materializar, dando paso al siguiente momento o futuro.
Cualquier momento es bueno para realizar un cambio, para comenzar un camino, para ajustar la intención.
Cualquier momento es bueno para dar gracias, pedir perdón o actuar con humildad.
Cualquier momento es el adecuado para replantear la posición, para iniciar algo o para resurgir.
No permitamos que el momento se aleje sin aprovechar la oportunidad.
Gracias.