No se apresuren. Acuérdense de su mayor aprendizaje en estos momentos: aprender a amar y a disfrutar. Se trata de sentir y no tanto de hacer.
Disfruten de lo que son, lo que tienen, lo que hacen. Ríanse por las pequeñas cosas. La ingenuidad es maravillosa.
Gracias
Ana Terapias de Luz. Vía Tzolkin.