Nada ocurre por casualidad. No existen los golpes de suerte o la mala suerte. En el universo toda acción va seguida por una reacción, o dicho de otra forma, toda causa tiene un efecto.
Cualquier pequeño movimiento, aunque sea de posicionamiento interior, tiene un reflejo en el exterior.
Eso no quiere decir que puedan conseguir cualquier cosa, queriéndolo o creyéndolo, ya que hay que respetar el libre albedrío de todos los seres y también lo que su ser superior ha diseñado desde dimensiones superiores.
De esta manera, quizá esa buena o mala suerte solo sea la consecuencia de un determinado plan.
Pero tampoco esto es motivo para relajarse, pararse o desatender su interior. Realmente el motor del avance y el cambio está en su interior, independientemente de lo que suceda en el exterior y aunque no se obtengan los resultados esperados.
Así, lo importante está en su interior, en su actitud, en la dirección en la que miran.
Gracias.
