Una de las oportunidades de estos momentos es ejercitar la conciencia, la observación, la atención de lo que sucede tanto fuera como dentro, todo esto unido al discernimiento y la capacidad de priorización, distinguiendo lo prioritario de lo que no lo es.
Ya saben que se están poniendo a prueba sus miedos, es decir, mostrando cuáles son sus temores e inseguridades, qué emociones son las que todavía están dentro y conviene que les presten atención.
No se distraigan ni dispersen. Sigan volviendo a su centro, como ya saben hacer. Es el momento de la atención.
Gracias.