No se trata de convencer a nadie, de llevar la razón o de ganar una batalla dialéctica.
La verdad no se encuentra en la superficie, sino que es profunda y en general relativa.
Al perdonar están soltando su propio rencor.
Cuando deciden, incluso por omisión, son ustedes los responsable de las consecuencias.
Su propia vida, en el presente, es el resultado de experiencias anteriores, donde han hecho lo que han podido, equivocándose en multitud de ocasiones.
Pero ya no se trata de seguir llevando cargas el pasado, sino de asumir lo que son y cada día comenzar una nueva etapa, sabiendo hacia dónde no quieren ir, porque ya lo han experimentado y no les ha servido.
Así, la culpa les penaliza, mientras que asumir la responsabilidad de su vida, de lo que son, sin prejuicios, les permite estar plenamente en el presente, en su misión, acercándose a la plenitud.
Gracias.
