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ALINEARTE CON EL CORAZÓN DE LA TIERRA (Extracto del libro en preparación “Tiempo de Ser”)

Posiblemente la conexión con el corazón del cielo y con el corazón de la tierra, esa alineación, consista en no sentirse nunca amenazado, es decir, no transmitir al colectivo, arquetipo o conjunto de los seres humanos información de peligro y de desesperanza.
Esa información es tóxica ya que ante un peligro extremo la persona puede incluso elegir abandonar la vida, es decir ir en contra de la vida.
Eso tiene una traducción en palabras acerca de la realidad Dios, porque estás diciendo a Dios que lo hace mal.

Cuando hablamos de alineación con el corazón del cielo y el corazón de la tierra, conectando con tu corazón, parece que gusta más hablar de amor y de tener un corazón dispuesto al amor. Sin embargo tu vibración, aun queriendo ser de amor, podría estar traduciendo el miedo.
Por ese motivo hay un momento de crecimiento, de lo que consideramos maduración y limpieza de hechizos, en el que esa alineación se produce cuando independientemente de las informaciones que escuches, veas o percibas, lo que encuentras es seguridad. Se trata de la seguridad en el amor del todopoderoso, con lo cual la protección es absoluta.

Esto está perfectamente descrito en el auténtico libro de la auténtica tradición y se denomina Pascua, es decir, paso: paso a través de lo que parece ser un peligro extremo; paso a través de la muerte, que es una vivencia experiencial.
Es una experiencia que en un momento determinado vives. Normalmente es un momento extremo donde encuentras que explicable o inexplicablemente la realidad se abre para ti en terreno seguro, mientras que a tu alrededor todo se derrumba. Pero para ti no.

Por eso es una vivencia experiencial y por eso sucede en el interior y no en el exterior. No es algo que vayas a ver en la televisión ni en ninguna narración exterior, sino desde tu experiencia.
A partir de ahí es cuando puedes ser un voluntario, es decir, estar perfectamente alineado, porque ya no se trata de un deseo, donde priorizas el amor pero lo desconoces, sino que ese amor aterrizado se ha hecho suelo firme sobre lo que era un imposible y la muerte.

Entonces, es cuando eres tierra, como voluntario.