CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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(Extracto del LIbro de las Sincronías)
El Tzolkin, surgido en el contexto cultural de Centroamérica, contiene conocimientos que precisan recurrir a claves de otras culturas para ser descifrados, porque todas las culturas son caminos válidos al ser humano.
Así, el Tzolkin actúa en todas las culturas, y además las mezcla para producir efectos adecuados al hombre actual.
De modo que cualquier sincronía, repetición o discordancia con contenidos de otras culturas resulta especialmente significativo y portador de información que debe ser recuperada.

El tarot, como el Tzolkin, es un libro hecho con imágenes, con símbolos en lugar de con frases y palabras, pero traducible a palabras.
El símbolo, por carecer de idioma, habla todos los idiomas, y sin embargo, es poco útil para expresar sentimientos o emociones. Para la poesía y el corazón es más adecuada la palabra hablada o escrita, pero el símbolo no tiene barreras lingüísticas, porque su significado es el mismo en todos los idiomas.
El símbolo une y libera más allá del idioma, que separa y encierra. Por eso se lleva bien con todo lo que une y libera como es Internet, sus redes sociales y la telefonía móvil. Estos sistemas utilizan iconos y símbolos internacionales como base de su operatividad.

Tanto el Tarot como el Tzolkin, el I Ching, la Cábala, los Mandalas, los Yantras, las Runas y tantos otros códigos sapienciales menos conocidos, conectan al ser humano con lo que está por debajo de su conciencia, la sub-conciencia.
Pero SUB aquí no significa “inferior”, como si hablásemos de razas superiores e inferiores, sino “anterior”. Sub-conciencia es lo que está antes de la conciencia.
Si una persona tiene 40 años, su conciencia tendrá unos treinta-y-pocos, muy pocos en relación con sus propios genes. Es decir su conciencia es muy pequeña, no sólo en relación con la vida sino también y sobre todo en relación consigo mismo.

El ensueño es la puerta al espejo, que es la realidad.
La Tierra y la Luna están unidas, pero en nuestra mente están separadas, simplemente porque decimos que están separadas.
Pero es un espejo; muestra algo separado en ti, que en realidad está unido, y te priva de la plenitud, porque te mantiene en la amputación y la negación de ti y en la fragmentación del otro.
De tal manera que estos códigos sapienciales simbólicos y sin palabras rompen barreras, fronteras, y tienden puentes entre ti y el otro, al mismo tiempo que entre ti y tú mismo, entre tu presente y tu atemporalidad manifestada por los genes.

Tus genes te acompañan en el intento, amorosamente, y también forman parte de tus guías desde lo atemporal presente.
Estos códigos sapienciales crean la Tierra sin fronteras como lo hace internet y las redes sociales, porque las fronteras ofenden a la Tierra al ser excluyentes.

La Tierra es acogedora, incluyente, porque no le sobra nadie, ni vivo ni muerto.