Vivir es hacer cosas.
Por eso, vivir es aprender cuando vives desde tu alma.
Cuando desde tu alma recibes la resonancia de tus acciones puedes elegir la alegría o tristeza, vitalidad o depresión que te procuren.
Reconocer la resonancia es estar despierto; elegir es refinar, o sea aprender.
El aprendizaje del mago es el paso a la inmortalidad.