El colaborador del miedo es la seguridad. Podemos identificar al depredador o aquel que secuestra tu alma con el miedo, es decir, aquel que te impide ser tú y que florezca tu programa en la maravilla privándote de la libertad y tratando de engañarte llevándote al convencimiento de que el amor no existe y solo vales por lo que tienes.
El colaborador del miedo es la seguridad, pero no como atributo sino como refugio frente al miedo.
La seguridad como refugio frente al miedo inhibe todo lo que podemos considerar como “pensamientos elevados”: el conocimiento, reconocimiento y vivencia del amor, la creatividad, la alegría, la solidaridad, el perdón, etc.
Esa falsa seguridad del miedo, que te hace semejante a uno de esos animales enjaulados en las granjas de cebo y engorde rápido, te impide la vivencia de la plenitud; la seguridad que te ofrece ese engorde rápido te impide encontrar la maravilla.
Por eso hay tantos hermanos animales viviendo en esa situación como espejo de la humanidad y expresión auténtica del maltrato.
El maltrato animal que sufren estos hermanos animales en las granjas es una expresión del maltrato humano, siendo “maltrato” todo trato que no está basado en el amor.
Toda especulación y comercialización no basada en el amor es maltrato, porque no es un trato bueno y contiene un engaño. Todo eso que te ofrecen no solo no es bueno, sino que ni siquiera es necesario, y trabajar por eso no te lleva a la estrella y a la maravilla.
Pero el problema es el miedo, porque parece que te empuja hacia la seguridad.
El Tzolkin, con el color azul y en concreto con el mono, que une la alegría con el osar y con el nuevo nacimiento, abre otra perspectiva que te sitúa ante una puerta, que puedes o no abrir.
El azul, con su característica de vivencia experiencial, revaloriza el tiempo presente, porque es ahí donde pueden suceder las vivencias experienciales. Y justamente adentrándote en las vivencias experienciales es como puedes abrir la puerta; la puerta de la maravilla, donde encuentras el amor y la creatividad.
También, el mundo de la pareja o el microcosmos de la realidad de la pareja real encuentra su puerta en la vivencia experiencial del azul. De la misma manera que el patrón de pareja, como el patrón laboral, era una especie de contrato o compromiso creado en el pasado, ahora se están abriendo las puertas a una realidad que no proviene del compromiso, sino directamente de la existencia real en lo atemporal.
Lo existente en el territorio del arquetipo aparece como real, pero solo cuando tú lo dejas. Cuando tratas de cumplir tu plan forjado en el pasado y dependiente de la seguridad, inhibes el surgimiento de lo real en dimensiones superiores.
Esa es la frontera, la raya, rayuela, línea o puramente espejo, donde se cruzan las dos realidades.
La maga aparece carente de compromiso, y aparece porque está ahí y tú también.
El mago aparece carente de compromiso, y aparece porque está ahí y tú también, en esa realidad.
El despertar supone un corte y una interrupción del dormir. La conciencia supone un corte, en el sentido de una película que se corta. Por ese motivo siempre es necesario un momento fundacional que supone un corte.
