CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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El espacio es una decisión.
En la dimensión del ser humano podemos encontrar que el espacio, o sea la realidad espacial, se acomoda al ser humano. Se acomoda quiere decir que se amplía o se reduce en función de la conciencia del ser humano. A nivel de la sociedad vemos cómo incluso el espacio interestelar se amplía cuando el ser humano mira. Simplemente con decidir mirar, el espacio interestelar parece ampliarse.

Aquellos telescopios con lentes cuyo radio visual era muy limitado han sido fácilmente superados incesantemente, simplemente respondiendo a una decisión, a la decisión de mirar. Y hoy los actuales observatorios consiguen una capacidad de ver tan a lo lejos, que cualquier cosa que llamábamos antes lejos ahora simplemente es “ahí al lado”.
Parece incluso que las actuales formas de mirar al espacio estelar entran en el tiempo. De modo que el espacio en esa visión actual, que responde a una decisión, ya aparece casi como tiempo.

Pero en el espacio vital de cada persona también sucede lo mismo. Cuando la persona no puede decidir, su espacio vital es muy pequeño, incluso inexistente. Y la falta de espacio vital es un camino rápido hacia la depresión.
Cuando pierdes tu espacio aparece la depresión, ya que tu espacio no es un vacío, sino que está lleno de alma. Si atas, amordazas o aprisionas el alma, sufres, y toda la realidad sufre también.

En el código Tzolkin el caminante del cielo “románticamente” se dice que explora el espacio. Ponemos románticamente entre comillas queriendo significar que es un hablar novelesco, como de “personajes”, que requiere ser traducido a las situaciones de las personas con hipotecas, plazos, obligaciones, moralidad, etc.
Explorar el espacio puede significar tomar decisiones, que no están basadas en repetir lo correcto, sino que supone adentrarse en lo desconocido, pero no como quien se pierde en la jungla sino como quien avanza totalmente despierto en su conciencia, desde su alma.

El alma, hoy, requiere estar presente en todos los tratos, en todos los acontecimientos y en todas las situaciones, es decir en todas las circunstancias que te rodean, que son tu espacio: en el trabajo, en el amor, en el vecindario, en lo que haces y en lo que dices. Porque otro mundo es posible hoy, pero solo si encuentras tu alma.