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En la ordenación de los colores el azul se encuentra siempre en el centro, tanto si consideramos los 4 como los 5 colores. De hecho, el azul y la fuerza creadora de RA tienen sobre todo relación con el paso del 4 al 5.
En la secuencia de los 4 colores el azul es el inicio de la segunda parte, ya que cuando encuentras el azul significa que estás en la mitad. Y en la secuencia de los cinco colores es exactamente la mitad.
En los 4 colores, la mitad está entre el blanco y el azul. La primera parte termina en el blanco y la segunda comienza con el azul. Lo que se encuentra en la mitad es el espejo, y la realidad expresada por los cuatro colores hace referencia a la cuarta dimensión, donde el color blanco es como la forma de lo expresado por azul como tiempo.

Lo blanco es la emoción, que es como la cara visible del tiempo.
Tiempo-consciencia se refiere a la doble presencia en el demiurgo, o sea en la fuerza creadora, de algo que llamamos RA y algo que llamamos Athor.
Cuando encuentras el mundo de Athor, de la emoción y la energía femenina, es cuando estás en el lugar de las transformaciones.
El reconocimiento de la energía femenina pone en marcha al demiurgo, la fuerza transformadora, que es una fuerza DESPERTADORA.
Es el mundo donde lo rojo y lo azul son en realidad lo mismo, como es lo mismo el dragón rojo y el mono azul. El dragón y el mono pertenecen a la misma familia, es decir a la misma realidad dimensional. Pero esta familia no entra en el castillo verde, por eso representa la cuarta dimensión.
En la cuarta dimensión la fuerza creadora del demiurgo se activa cuando reconoces la energía femenina, lo expresado por lo blanco, el amor.
Eso tiene relación con la expresión de los 20 sellos, donde en el centro está el perro y el mono.

En la expresión del cinco el azul se sitúa en el tercer lugar, y el espejo es solo el azul. Los 5 castillos son una expresión del 5 y su contenido ya no son los 20 sellos sino las 20 ondas, encontrándose en el quinto lugar el castillo verde, como expresión de una realidad no visible desde la dimensión 4.

En la expresión de los 20 sellos, donde solo aparecen los 4 colores, vemos que cada color tiene 5 posibilidades. En el azul sus cinco presentaciones, en los sellos, son noche, mano, mono, águila y tormenta.
Su primera presentación es la NOCHE, que es un ver de forma similar al águila. Los dos son un ver. La noche es ver soñando la abundancia, es decir soñar algo que no ves.
En la tercera presentación del azul, que es el MONO como lugar del nacimiento, hay una frontera que divide dos espacios. En uno encontramos a la MANO, que contiene una forma de sanación, ciertamente asociada al reconocimiento de las faltas al amor –gracias maestros huicholes-, y en el otro está el ÁGUILA como una forma de ver la realidad de la estrella.
También encontramos, ya en quinto lugar, otro tipo de sanación que es la resurrección de la TORMENTA; un reinventarse total.

Esto sucede en la secuencia de los 20 sellos, que ya anticipa realidades de la quinta dimensión, como es lo expresado por la tormenta, que en sí también es una expresión de Huracán, el dios creador del Popol Vuh, es decir, habla de un renacimiento donde aparece una referencia a la realidad Dios, porque en la cuarta dimensión estamos solamente en la dimensión o realidad hombre, pero la realidad Dios es incognoscible.

El demiurgo está activo cuando ensueñas, que es lo que expresa la NOCHE. Cuando ensueñas, te estás transformando y estás transformando toda la realidad, a través de tu ensueño.
Cuando actúas desde la MANO- manik, el venado azul, reconociendo tus faltas al amor, te sanas; pones en marcha el demiurgo, porque también sanas la realidad.
El demiurgo está activo y presente en el MONO, asociado al amor incondicional del perro,
cuando osas y das asiento a la alegría desde la incondicionalidad.
El ÁGUILA, que es el cuarto color azul, ya expresa una realidad donde se asoma la quinta dimensión, sencillamente porque está fuera de la única onda encantada completa que aparece en la primera columna, que es donde se presentan los 20 sellos.
El águila pertenece a los 20 sellos, pero no a la onda tipo; expresa una realidad diferente. Incluye la repetición porque es la segunda vez que aparece el tono 2; es otra historia.
El águila también es una repetición del ver de la noche, pero en otro escenario, de la misma manera que la tormenta es una repetición de la mano pero en otro escenario.

En la representación a través de las ondas, la disposición es diferente: mano, tormenta, mono, noche y águila. El mono como onda sigue estando en el centro de las ondas azules, pero ahora distribuye la presencia del demiurgo de otra forma.
Primero aparece como MANO, onda 3; luego aparece como TORMENTA, onda 7, es decir, antes de llegar al espejo que te va a introducir en la quinta dimensión es preciso activar la sanación y la resurrección expresada por la mano y por la tormenta.
Entonces puedes estar en el espejo, que te va a llevar a la quinta dimensión, a lo verde. Ahí nos encontramos las dos manifestaciones del ver, el ver de la NOCHE en el cuarto castillo, donde ese ensueño demiurgo es desde el amor, y solamente cuando puedes mirar la realidad desde el amor, cuando has pedido perdón y perdonado hasta la última vibración de tus cromosomas y tus genes, es cuando accedes a la auténtica visión del ÁGUILA.