Encontramos que el fuego significa nutrirse, comer, es decir un intercambio que te nutre, y, según el código de los colores, el fuego es el azul.
Pero el azul también es el tiempo, por lo que podemos ampliar el contenido del tiempo, añadiéndole una característica maravillosa.
En realidad el tiempo es algo que a muchas personas les resulta preocupante, porque lo asocian con avanzar en edad, quedando menos de vida. Sin embargo la característica espiritual que traduce una realidad más allá de la forma del tiempo es NUTRIR.
El tiempo por su analogía con el fuego es nutridor, de modo que lo importante es modificar el enfoque, es decir salir de una realidad dimensional que te arrastra con el tiempo hacia la muerte, y acceder a una realidad dimensional que te propone el tiempo como posibilidad real de expansión.
Entonces encuentras que todos los sellos azules indican nutrición.
Hay nutrición en ensoñar (NOCHE), ayudándote evolutivamente a expandirte, a acceder a lo verde.
Hay nutrición en canalizar (MANO), en eliminar los obstáculos que te impiden ser espontáneo. Canalizar realidades superiores es sanador y colabora a la expansión, haciéndote resonante.
Es nutridor el juego, el osar (MONO) y ver la maravilla (ÁGUILA).
Es nutridor salir de la rigidez, de la repetición y entrar en la resurrección (TORMENTA)
