CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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El Tzolkin tipo es como un fractal del tiempo y te sirve para comparar vivencias y extraer contenidos a través de las comparaciones, pero además hay un Tzolkin real que comienza con tu onda natal -también podría comenzar con tu kin natal-, de modo que encuentras tu séptima columna comenzando con el mismo sello del propósito de tu onda natal en tono 4, terminando con un sello en tono 10, que es precisamente el anterior al propósito, reproduciendo la misma relación entre el sol y el dragón.
Esto expresa una resonancia que te traduce a ti de forma muy personalizada.

Si naces en la onda de la noche, que pertenece a la familia del día verde, vas a encontrar que tu séptima columna o columna resonante comienza con la noche 4, que es la columna séptima a partir de tu onda natal y corresponde también con la décima onda desde tu onda natal.
En esa columna se van a encontrar dos fuerzas, igual que en la columna tipo resonante. La primera proviene desde el propósito expresado en la primera onda como noche, y que tiene los contenidos de la familia del día verde.
A su vez, hay otra fuerza que proviene del que es el sello anterior al propósito de tu onda natal, que en el caso de la noche 1 sería el viento 13. En tu Tzolkin personal, comenzando por la noche 1, el viento 13 ocuparía el lugar 260, es decir se cargaría de la energía del sol 13, y en tu columna resonante personalizada va a aparecer como viento 10, sobre la matriz energética expresada en el Tzolkin tipo como sol 10.
De modo que las dos fuerzas transcurren en cualquier Tzolkin personal -en este caso estamos utilizando la noche 1 y el viento 13-, y aunque no son ocultos sí se cargan posicionalmente de los contenidos ocultos expresados por la luz cumpliendo una misión y la luz en sentido retrógrado desde dimensiones superiores, porque no estamos utilizando un código donde los ocultos son cosas sino conceptos, y se expresan en un lenguaje de analogías.

Estas dos fuerzas se encuentran en el humano 13 – caminante del cielo 1. Si estos dos kin fuesen una cosa, cada vez que pasaras por encima dirías “vaya, ya estoy pisando humano 13 y caminante del cielo 1”, o cuando apareciesen a la altura de tu cabeza dirías “tengo que esquivar esta cosa para que mi cabeza no se golpee”.
Pero no es una cosa, sino que establece un diálogo con la conciencia: “hay una posibilidad de que cuando el humano acceda al nivel transcendente se transforme en un ser celeste, en un caminante del cielo”. Cuando humano 13 ocupa el sello 130 y caminante del cielo 1 ocupa el sello 131 podemos encontrar que lo que en sentido amplio se llama nuevo nacimiento, aparece en concreto como el surgimiento de un ser celeste, que es lo que representa el caminante del cielo cuando el ser humano llega a un nivel transcendente. Pero eso solo sucede cuando la conciencia está presente. Si no, puedes pasas mil veces y no pasa nada.
Humano 13-caminante del cielo 1, implica un salto cuántico, un nuevo nacimiento. Has pasado varias veces por ahí. Si tienes 20 años has pasado por todos los kin casi 30 veces y si tienes más de 50 has pasado más de 70 veces. Sin embargo, la experiencia del nuevo nacimiento no se produce todas las veces, ya que hace falta una especial actitud y presencia de la conciencia. Significa que has llegado al espejo, onda 10, pero no de cualquier manera, sino estando tu conciencia presente.

Pero aun tienes que llegar al tono 13 de esa onda 10 que expresa la transcendencia. Primero tienes que llegar a un lugar que es descrito como perfección, amor incondicional, espejo, onda 10, y después todavía tienes que llegar a la transcendencia.
No se trata por lo tanto de “pasaba por aquí y como hacía mucho calor me he sentado a la sombra”, aunque también pudiera ser.

Según el Tzolkin, cuando el perro, ese señor con sus cuatro patas en la tierra, llega a ese lugar, empieza a separarse de la tierra ingrávidamente y a darse cuenta de que puede vivir por encima del horizonte.
Si nos acordamos del señor o señora Anubis y traducimos horizonte por Anubis, nos damos cuenta de que cuando llegas a ese lugar te haces ingrávido. Cuando antes la pesadez de tu cuerpo te hacía estar sobre la tierra y todo lo más que podías hacer es dar un salto y brevemente separarte de la fuerza de la gravedad, ahora en aquel lugar a donde has llegado, la gravedad no existe para ti y vives separado de la tierra, porque los señores monos, que tampoco son cosas sino conceptos de posibilidades, están expresando la vivencia sin gravidez, que es justamente lo que sucede cuando te encuentras con Anubis, que tu corazón se hace cada vez menos pesado y te va llevando al encuentro de sus pares, a la sociedad celeste de la estrella.
La ingravidez hace referencia a la ley de la gravedad, que existe en una dimensión determinada, la dimensión material. Estar liberado de esa ley expresa gráficamente que estás entrando en otra dimensión, donde también hay otras leyes.
Y aquello que propone el Tzolkin tipo sucede en todos los Tzolkin temporales donde sitúes como primera onda tu onda personal.
Aquello que aparece en el Tzolkin tipo como ingravidez, que es la transformación del perro en mono, utilizando un sistema de ANALOGÍAS puede ser expresado en relación a la columna resonante, ondas 10 y 11, en todas las ondas natales, independientemente del sello que aparezca, siempre que encuentres que el sello es un concepto y no una cosa.

Por otra parte, el perro 13 y el mono 1, que son los sellos 130 y 131, se corresponden en el Tzolkin de ondas con la semilla 7 y la tierra 7. La semilla expresa el programa y la invitación a ser como eres según tu programa, es decir dejar al programa que se realice. El programa significa que algo es real y que solo está esperando a que le permitas manifestarse, porque ya existe.
Mientras, una de las cosas que puede significar la tierra es ser voluntario para cumplir una misión, ya que el voluntario es el que está en conexión con el corazón de donde parte esa misión, de la cual tú eres la forma en que se realiza.
Es decir que el perro 13, que indica una transcendencia, también contiene que la transcendencia y el amor incondicional, que quizá nos parecen algo muy difícil, son cosas reales, que tú no tienes que crear sino permitir que existan.
Pero lo que ocupa el sello 131, que es el mono 1 y su traducción como tierra 7, es otra cosa. El mono es OSAR. Claro que osar significa que es algo que haces conscientemente, con mucha presencia de tu intento, de tu conciencia y de tu voluntad.
Osar no es soplar la flauta por casualidad, sino “atreverse a”, porque nos interesa considerar cada cosa al menos con 100 ojos –aunque la mayoría estén dormidos quizá algún ojo esté despierto-.
La tierra, con el significado de ser voluntario, refuerza el contenido del osar. Osar es querer hacer algo y atreverte a hacerlo, y ser voluntario es querer hacer eso que tienes que hacer que ya conoces. De modo que el mono y su osar, y la tierra y su ser voluntario, expresan una voluntad despierta, que es imprescindible para que aparezca la resonancia.

La resonancia no proviene del sello, porque el sello no es una cosa. Proviene de tu actitud. La resonancia es una transformación de tu conciencia. Y abrir todas las posibilidades a la resonancia es mejor que cerrarlas.

Otra de las características de la resonancia y del nuevo nacimiento es que, comenzando por tu onda natal, tu sello 131 siempre va a aparecer en tu onda natal como sello 11, siendo una expresión de lo que significa el tono 11 espectral, como liberación asociada al cumplimiento de tu misión.
El sello 131 del Tzolkin tipo es el mono 1, que por cierto es el psicrono del señor Arguelles -gracias don José y bendiciones-, y cuando partimos del Tzolkin de ondas, si colocamos al mono 1 en el Tzolkin tipo, aparece el mono 11, es decir doblemente 11, sello 11 y tono 11.
La primera manifestación del tono 11 es el sello 11 en tono 11, es decir el mono 11. El primer tono 11 es también el primer sello 11.
De modo que algo del tono 11 espectral, que tiene un contenido de liberación asociado a su oculto la misión, también está presente en la resonancia.

Podemos decir que hay resonancia activa en el hecho de que el señor Arguelles sea también de forma natal Mono 11. En una determinada forma de acercarse al Tzolkin, cualquier cosa que hagamos los posteriores va a tener relación con esa primera huella, que está señalada resonantemente con mono 11-mono 1.
Por supuesto el oculto del mono 11, que está en la primera columna, es el perro 3, que está en la última columna.
Conviene rescatar el contenido del tono 11 espectral como algo asociado a lo que sucede en la resonancia, independientemente de la cosa sello, es decir del aspecto formal del sello.