Encontrar o mostrar, según se mire, que la emoción está intrínsecamente vinculada y unida al tiempo es una maravillosa sabiduría, un maravilloso tesoro o regalo guardado amorosamente por los sabios mayas para este sol, para este tiempo de multi-enlazamiento.
Y cuando en ese multi-enlazamiento incorporamos a Hércules encontramos dos tiempos, el tiempo de Cronos que te devora y el tiempo de Zeus, que es el tiempo de la Inmortalidad. Se trata de elegir entre el Averno y el Olimpo. Determinadas emociones te sitúan en el Averno y determinadas emociones te sitúan en el Olimpo.
La emoción es la puerta. La emoción es la puerta, pero también el guardián, y no le puedes engañar. No hay disfraz porque no hay apariencia.
La emoción es la puerta del Cielo, del Olimpo. No hay puerta para ser Titán. Eres Titán. Pero afortunadamente hay puerta al Olimpo, porque eres Olimpo, Vida, Amor, Gozo cuando despiertas del sueño de la muerte.
Y al despertar me saciaré de tu semblante, Señor (salmo 16).
José Cabal. Viatzolkin.com
Extracto del libro en preparación que quizá se llame “Echando unas risas con Hércules en el chiringuito de Hebe”.
