CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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árbol y piedras s
Todos los tonos en la onda tienen un tono asociado, que es el de su oculto, y desde esa asociación favorecen la realización de lo que propone el tono.
De esa manera el propósito de la onda, tono 1, se ve favorecido desde la transcendencia, tono 13 de la onda asociada que es donde están los ocultos, el tono 2 se ve favorecido por el tono 12, el 3 con el 11, el 4 con el 10, el 5 con el 9, el 6 con el 8 y el 7 con el 7.

En el tono 7 ya no aparecen dos tonos que se asocian, sino un solo tono que se refuerza, mostrando que hay una confluencia hacia el tono 7, que es el tono resonante. Todos los tonos excepto el 7 establecen una cooperación entre dos, pero el tono 7 se refuerza en sí mismo; la resonancia refuerza la resonancia. Se trata de un lugar donde las dos ondas confluyen, la fluyente y la oculta, que va en sentido retrógrado.
Encontrar el sentido retrógrado es importante porque establece una conexión con algo que no has propuesto pero que te busca; establece una conexión con dimensiones superiores donde se muestran los guías, colaborando con tu propósito para llevarlo a la transcendencia.

El tono 7 es uno de los lugares donde se encuentra el espejo. La columna 7 establece un espejo entre lo que está a la derecha y a la izquierda. Es una frontera entre dos realidades, entre la realidad común y la segunda realidad.
Ese lugar de confluencia está expresado en el tono 7 de la onda. El tono 7 es donde el propósito, que es el propósito de los guías y traduce la kundalini del cielo, se vuelve resonante, apareciendo como retrógrado desde nuestra posición porque va hacia el centro de la tierra, que justamente es donde se conecta con la kundalini de la tierra.
Identificar ese lugar, que es un espejo, es importante para la persona que está trabajando con el Tzolkin.

El trabajo con el sello natal es insuficiente. Hay un momento en que es necesario saltar a la onda, asumiendo lo que significa. La onda forma 4 palabras o mantras, e identificar cada una es importante. Son los 4 niveles de la onda.
El cuarto nivel, a partir del tono 13, te sitúa en la frontera con lo no visible, que es la cuarta dimensión donde la persona convive con la quinta dimensión.
La cuarta dimensión es un estado intermedio donde la conciencia de la persona convive con la quinta dimensión, siendo la quinta palabra, que no está expresada en la onda más que por su ausencia, vacío o no presencia, la que corresponde al quinto escalón que diseñan los 20 sellos.

En la onda tipo, onda del dragón, esos escalones comienzan con los sellos rojos, desenvolviendo en forma coherente los 4 colores. La onda del dragón rojo acaba en el caminante del cielo rojo, como cuarta presentación del rojo, que da inicio a ese cuarto escalón donde se sitúa la cuarta dimensión y que va a permitir la fusión con la quinta dimensión en el siguiente rojo.
De esa manera, la onda se compone de 13 sellos visibles y otros que contienen comunicación pero que pertenecen a lo no visible, pero dentro de la coherencia. Lo que está más allá de la forma dentro de la coherencia te está situando en la cuarta dimensión porque ya convives en la quinta dimensión, cuya presencia es a través de las vivencias experienciales, donde intercambias con los guías y seres espirituales.

Entonces, conectar y encontrar el espejo en la onda en que naces es importante. Esa es la vivencia que te propone como resonante tu nacimiento. Tu sello resonante es el tono 7 de tu onda.
Pero también hay otra consideración del espejo, entre arriba y abajo, que explica en parte la resonancia.
La resonancia está compuesta por dos tonos 7, el oculto y el visible, pero en el otro espejo entre arriba y abajo, cuya línea divisoria está entre el 10 y el 11, entre el perro y el mono, lo que encontramos asociado al 11 es la emisión de luz.
El tono espectral significa que emites luz, algo que haces cuando llegas al espejo. Cuando en tu evolución llegas al 10 de la perfección, estás en el espejo y entonces estás emitiendo luz.

El juego entre los ocultos que se ve en el tono resonante y en su expansión en la columna resonante, entre algo que se ve y algo que no se ve, se ve explicado en el espejo de las filas 10 y 11, donde aparecen los dos en lo visible, como tonos 10 y 11 de la onda.
Conocer qué te propone como tono 10 para emitir luz en el tono 11, también es importante para el trabajo en la onda personal.