CALENDARIO MAYA – VÍA TZOLKIN:

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Es muy importante el 7.
El 7 es muy importante porque es el anterior al 8, y hasta que no fabricas el 7, no fabricas el 8.
Si el 7 es muy importante, el 8 es total. El 8 es el infinito. Infinito y eterno es como lo mismo. De esta manera el 7 es como la puerta de la inmortalidad.
Entonces ¿qué es el 7 y qué es el 8?

Se considera que hay 7 planetas además del planeta en el que estamos: Marte, Venus, Júpiter, Saturno, Neptuno, Plutón y Mercurio. Es decir, hay 7 planetas y 8, que es donde estás.
Se considera que hay 7 pecados capitales, 7 virtudes, 7 días en la semana, asociados a cada fase de la luna, 7 enanitos con Blancanieves, 7 colores del arco iris, 7 notas musicales, etc.
Entre los sumerios, que es una de las tradiciones más antiguas conocidas, también el 7 expresaba una tensión asociada a haber completado un ciclo y comenzar el siguiente.
Y, aunque hay muchas otras tradiciones, la que parte del Génesis es la que ha unido todas las otras tradiciones, dando la vuelta a la tierra y explorando todos los lugares del mundo incluso el espacio.
Esta tradición, que parte del Génesis, habla también de 7 días para la creación del mundo, siendo 7 el día en el que el Creador descansa. Incluso esta tradición convierte de alguna manera el 7, el día de descanso, en 8, porque da dos días.

De esta manera, vemos que el 7 es el trabajo, unido con el descanso, y el 8 es el gozo. Y de alguna manera el 7 y el 8 van juntos, aunque están hablando de distintas dimensiones, del antes y del después. Del 1 al 6 es el trabajo, aquí en esta dimensión, y 7 es el descanso aquí en esta dimensión, mientras que 8 es el gozo, entrando ya en otra dimensión.

Del 1 al 6 es antes del descanso. Es decir, 6 es el momento de la tensión, del esfuerzo. 7 es cuando has terminado el trabajo y descansas, te relajas, revisas y contemplas lo hecho, y al mismo tiempo es la frontera donde comienza el disfrute, el gozo.
El descanso no es gozo. Si construyes una casa, el 8 es vivir en la casa. Antes has descansado del esfuerzo, ese es el 7, pero el descanso después de hacer la casa no es su uso, no es vivir en la casa. El descanso es la segunda parte del esfuerzo. El uso es el disfrute.

Entonces, vemos que hay un momento de esfuerzo, de tensión, que también es compatible con el inframundo. Hay un momento, que es el 7, de descanso, todavía pegado al esfuerzo, porque el descanso es la pareja del esfuerzo, no del disfrute, en una dimensión. Pero ya ese descanso también se conecta con el disfrute.

Podríamos decir que el 7 es como la cuarta dimensión. El uso es el disfrute, vivir sin esfuerzo. Eso sería el 8. Y el 7 es el comodín entre el esfuerzo y el gozo. Es la puerta del gozo.

Si a esta visión, donde hemos hablado de la tradición del Génesis, que de alguna manera une todas las tradiciones pero que pertenece al viejo mundo, le añadimos las tradiciones del nuevo mundo, nos encontramos con que en la tradición maya, también en la olmeca, tolteca, mexica y de muchas otras naciones, en el 8 se encuentra la Estrella y en el 7 se encuentra la Mano.

La Mano se va a transformar en la onda 20 como final del quinto castillo, pero la Mano se va a situar en el inicio, en lo que se llama primer castillo como onda 3 de servicio. De esta manera vemos que el servicio y la acción expresados por la mano tiene una culminación en la belleza y la armonía final que expresa la Estrella.

También, con la forma de utilizar la dualidad presente de manera central en estas tradiciones, vemos que el 7 a su vez es algo que también representa la resurrección, como es la tormenta como 7, de modo que en el inicio hay una resurrección. Y vemos también que otro de los valores del 8 es el ser humano. De esta manera, el ser humano, después de la resurrección, es decir, de reinventarse y resucitar, se asocia con el gozo, como si estuviéramos hablando de que el humano no pertenece al mundo del esfuerzo sino al mundo del gozo. Aparece el auténtico ser humano cuando se produce ese despertar.
José Cabal. VíaTzolkin